Los linces han continuado con su actividad reproductora con todavía más tranquilidad de la que siempre se busca que disfruten en esos momentos, durante unos meses extraños y diferentes para los humanos como consecuencia del Covid-19. En el Centro de Cría de Lince Ibérico La Olivilla, perteneciente a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y ubicado en las inmediaciones de la localidad de Santa Elena (Jaén) hay nueve nuevos cachorros, cuatro machos y cinco hembras, fruto de 5 camadas. Las hembras ‘Cynara’, ‘Jandra’, ‘Caña’ y ‘Córdoba’ están criando dos cachorros cada una, mientras que la hembra ‘Coscoja’ parió un único cachorro. ‘Caña’ ha contado con la ayuda de su pareja, ‘Huerto’, pues se ha mantenido a la pareja unida durante todo el proceso reproductivo.
Siguiendo los protocolos de funcionamiento habituales y aconsejados por el grupo asesor de aspectos genéticos de la especie, el principal criterio para establecer las parejas de reproductores fue la relevancia genética de los ejemplares. La Olivilla alberga varios linces fundadores de la población cautiva.
Excepto ‘Cynara’, que fue el primer ejemplar mixto de la población de Doñana y Andújar, nacida ya en cautividad, este año todas son madres fundadoras, que una temporada más contribuyen a aumentar la variabilidad genética de la población, bien permaneciendo los cachorros como reproductores en los centros de cría del programa de conservación o bien incrementando las poblaciones silvestres mediante su reintroducción en el medio natural.
Todos los cachorros se encuentran en este momento en fase de destete y están recibiendo las primeras atenciones sanitarias que incluyen su vacunación, para comenzar en el mes de julio el entrenamiento de cara a su liberación al medio natural.
El pasado mes de mayo, el nuevo proyecto para la protección del lince ibérico superó con éxito la evaluación de la Comisión Europea. El denominado Life Lynx Connect cuenta con 21 socios beneficiarios, bajo la coordinación de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, y afronta como principal reto alcanzar una población autosostenible y genéticamente viable de esta especie, aún en peligro de extinción, mediante la conexión de los núcleos existentes en España y Portugal.
El futuro pasa por el Life Lynx Connect
El proyecto cuenta con una inversión de más de 18 millones de euros, está previsto que arranque durante 2020 y se prolongue durante cinco años. El programa cuenta con dos grandes ejes: aumentar el tamaño de la población y su conectividad. En la actualidad existen dos núcleos consolidados de población de linces, pero aislados entre sí, como son Doñana y Sierra Morena Oriental. Otros cuatro núcleos se encuentran en fase de consolidación en Extremadura (Matachel), Portugal (Guadiana) y dos en Castilla-La Mancha (Campo de Calatrava y Montes de Toledo). “La consolidación y conectividad de estos seis núcleos garantizaría la conservación de la especie. De forma adicional, el proyecto incluye la creación de dos nuevos núcleos en Sierra Arana (Granada) y Lorca (Murcia)”, ha señalado la consejera Carmen Crespo.