2000 años de historia pesan sobre el Puente Romano de Vadollano, situado en el paraje natural de El Piélago. Seguramente en estos dos milenios el puente jamás haya sustentado a nadie con tan poco bagaje moral e intelectual como el personaje, o personajes, que esta semana ha decidido «marcar» con pintadas el monumento.
La indignación corría como la pólvora en las redes sociales a la vez que se compartían las primeras fotografías de este auténtico atentado patrimonial. Impotencia, incredulidad, enfado, han sido algunas de las reacciones de muchos linarenses al ver tal cobarde y ridículo ataque a nuestra historia.
El enclave
El “Monumento Natural del Piélago” se encuentra al norte del término municipal de Linares. Para llegar hasta el mismo hay que seguir la carretera autonómica A-312 en dirección Arquillos, una vez pasada la Estación de Vadollano encontramos un desvío a la izquierda -Vilches- que nos lleva directamente hasta el paraje.
Se trata de un enclave de especial interés paisajístico e histórico, pues a la belleza del recorrido del río Guarrizas se le une la existencia del puente romano de Vadollano, que forma parte del recorrido de la Vía Augusta. Algo más abajo del puente romano, encontramos las ruinas de lo que fue una fábrica de chocolate, que empleaba la fuerza motriz del agua del río para generar energía.