El pasado 23 de mayo, los servicios jurídicos del partido interpusieron acto de conciliación contra el Secretario General del PSOE-A en Linares, Daniel Campos, debido a la reiteración de lo que han considerado «injurias y calumnias proferidas contra el líder de la formación y recientemente reelegido, Javier Bris», a pesar, dicen, que de que desde la joven formación se requirió a Daniel Campos ya en este sentido, según afirman, «mediante un requerimiento notarial con fecha de 18 de enero de 2019».
Desde la formación explican que «es el momento de que el Secretario General del PSOE-A en Linares rectifique, pida perdón y retire las falsedades dichas que afectan al honor del partido y de sus miembros». En caso contrario, la Ejecutiva del partido ha aprobado continuar el proceso «como querella criminal en legítima defensa de sus intereses colectivos y personales de su portavoz».
CILU-LINARES ha acusado a Campos de tener «falta de altura política», aseverando que esta circunstancia «no hace si no dificultar y socavar lo que debería ser un diálogo natural entre dos fuerzas políticas», concluyen.
Siempre que veo una foto como la que aparece en la noticia, en este caso estos chavales, me viene a la cabeza el eslogan de: «Estamos listos para cobrar un sueldecito’.
La gente abandona sus trabajos para vivir de lo que se ha consensuado en llamar política, pero que de política tiene 0, únicamente existe el estereotipo y el postureo.
Mientras se habla de tocar el dinero de las pensiones o de la salud, NO se habla, ni permitirán que se hable, sobre la posibilidad de cambiar el sistema de financiación política en España.
Que la gente NO pueda vivir de la política si no es gobernando. Pagados directamente por quienes eligen.
He visto cómo la gente se mete en los partidos políticos, sean cuales sean, con la excusa de un interés político pero llenos de ambición por vivir de lo público.
Todo está podrido.
La mayoría de políticos trasladan la idea de que el ayuntamiento son los Reyes Magos o la capilla del Nazareno. El ayuntamiento está para administrar con honestidad y eficiencia la ciudad. No está para acabar con el paro, o como decía uno hace poco, hacer felices a los ciudadanos.