Las movilizaciones por la sanidad pública, con gran seguimiento en Granada, Madrid y más localidades, incluida Jaén, de Marea Blanca merecen una atención inaplazable. No es sólo el gran seguimiento de Spiriman en Granada por la atención primaria. Desde hace más de un lustro ya sonaban las denuncias de los defensores de la sanidad pública de los mayores desmanes que se venían perpetrando en la Comunidad Valenciana de Camps, y en Madrid de Aguirre y sucesores. Lo de las largas listas de espera para cirugía y especialidades crecen, a la vez pueden ser negocio para agentes avispados. Un detallado informe de Raúl Rejón publicado en un medio digital, me ha llevado a la conclusión de que ambos males, deterioro y privatización, son distintas caras del mismo ataque. Ataque en el que hay connivencias varias, aunque de distinta apariencia, de las administraciones en el poder, también sanitario. Añadamos a las citas autonómicas, la de Cataluña en que la privatización avanzó tanto o más. Y es que el neoliberalismo avanza que es una barbaridad superando lindes partidarias y fronteras. Veamos los datos.
Ya al principio de esta década, se anunció que el capital excedente, por la burbuja, se iría hacia los servicios sanitarios. En Madrid ya se habló de determinadas operaciones más o menos presentables en esa dirección. Lo que si es realidad que el Sistema Público de Salud perdió de 2.010 a 2.015 por encima del 6%. También es un hecho que los recortes dictados en 2.012 siguen vigentes en 2.018. Mientras tanto las clínicas privadas no benéficas han facturado mil seiscientos quince millones de euros por servicios para el sistema público con un incremento del 13% en cinco años. Las aseguradoras también han pasado en el mismo periodo de 6.900 millones a 8000. Uno de los procesos más llamativo es el de la concentración a través de la fusión o de la adquisición de empresas menores. Este movimiento financiero se va culminando con la penetración de multinacionales en las españolas. Hay un grupo de las grandes empresas que acumulan el 64% de la sanidad privada integrado por: Quirónsalud, Vithas-Misa, HMHospitales, H-Asisa y Hospiten. El porcentaje restante los integran Sanitas, Clíncas Nwes y pocas más. De entre todas las citadas es Quirobsalud la más destacada con la gestión de cuatro hospitales públicos en Madrid y dos en Cataluña. Además tiene un gran crecimiento en otras, comunidades como Andalucía, con hospitales y servicios en concierto que le llevaron a una facturación de 2.540 millones en 2.016 de los que un tercio eran para la sanidad pública. Además de lo señalado sobre Madrid, es destacable la expansión valenciana con Ribera Salud al gestionar centros de inversión pública en Alzira, Dènia, Torrevieja y Vinalopó.
En este proceso de protección de la sanidad privada, además de ofrecer instalaciones y fondos públicos para la puesta en marcha de parte de algunas de estas empresas, hay capítulos que han rozado con el tráfico de fondos relacionados con la amnistía fiscal. También hubo algún capítulo, como los “papeles de Panamá”. Aparte del criterio que tengamos cada cual sobre la economía de “más público” o “más privatización” hay criterios manejados desde ambos márgenes: La Fundación Idis, agrupación de la sanidad privada, recomienda ésta : Por tender a concentrarse en grupos cada vez más potentes como sector económico. El mercado se refuerza por la diversidad de servicios. El auge de la sanidad privada es bueno también para el sector público porque lo “descarga” de usuarios y servicios y lo “libera” de recursos. Frente a estos criterios tomamos los de Asociación de Economía de la Salud, la profesora Laura Vallejo Torres que señala: El peligro de la concentración a la que se va puede llevar a un monopolio u oligopolio, que han de dar cuenta al sus accionistas por lo que aumenta el sentido de lucro. Los perjuicios para pacientes y personal sanitario en el sector privado son evidentes por lo antes apuntado. La citada concentración deteriora la posibilidades de diversificación de servicios.
Vistos el conjunto de criterios, apreciamos que las listas de espera no descienden, pese a que el dinero y el servicio públicos se pasan al sector privado. Esa, y otras modalidades de privatización, causan el mayor deterioro en la sanidad global. Ensalzando la privatización, se está lleva a recuperar aquella tradición del “médico de pago” que había declinado a final del milenio. Puede ocurrir que, como en el pasado olvidado, que el “medico de pago” sea el mismo que debiera habernos atendido con más diligencia “por el seguro”, del que probablemente sigue cobrando también. Así que vendría muy bien que el conjunto de la ciudadanía, sanitaria y usuaria de los servicios, apartáramos de la salud colectiva el lucro abusivo e indebido que va a bolsillos de traficantes. Úsese lo necesario, también ese dinero que acaba en el bolsillo de accionistas, en completar plantillas de especialitas, y retribuyendo como se debe al personal sanitario.
Concluyendo, así tal vez el buen sanitario no desertará, no se saturarán lo hospitales y se eliminarán conflictos. Muchos de éstos, creados fuera de los centros hospitalarios, los han de sufrir allí indebidmente quienes atienden y quienes reciben la atención sanitaria. Si la ciudadanía en conjunto tuviéramos claro, que el dinero público debe ser para la sanidad pública, estaríamos en el buen camino. Recibiendo buenos servicios públicos sanitarios, educativos y demás, seguiría creciendo la satisfacción que se ha truncado. La ciudadanía tal vez recuperaría la satisfacción y la dignidad de serlo y, con ello, retomar aquello de que “Hacienda somos todos”.
Yo estoy encantado con la sanidad pública que recibo, con mi doctora y mi enfermera, con los enfermeros que hacen las extracciones de sangre y no tengo la mas minima queja.
En cuanto a la foto, me parece si no estoy equivocado, que es uno de los corredores subterraneos, que unen en el Hospital de San Pablo en Barcelona los distintos edificios que lo forman, me gustaria que el Director de Linares 28 me lo confirmara o desmintiera, en otras fotografias a veces se pone el origen o el autor. Gracias.
Yo no veo por ningun lado que la sanidad pública se deteriore, estoy contento con mi doctora de cabecera, con los especialists que me han tratado y con los enfermeros, no he tenido ningún problema con la medicación.
La fotografia que ilustra esta opinión me parece que es del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona, de uno de los corredores subterraneos que unen los distintos edificios de dicho hospital verdadera joya arquitectonica de la Barcelona modernista. Me gustaria que el Sr. Director lo confirmara. Gracias
Buenos días. No, no se trata del hospital que refiere.
8 meses de lista de espera para algunos especialistas en Linares, es deterioro, o siempre ha sido así?
Quisiera creer que esto no es asi, le puedo explicar mi experiencia, molestias en el aparato digestivo, comunicadas al medico de cabecera, dos meses para el especialista, veinte dias para una ecografia de abdomen (barriga) un mes para los resultados, si no es nada importante esta bien, si fuese importante todo este tiempo es un mundo para el enfermo. Le pides por un problema de piel al de cabecera que te envie al especialista, y seguro que son 8 meses o más.