Desde hace algunas semanas en Linares venimos escuchando de forma insistente hablar de las ITI, como si éstas fuesen la panacea para solucionar todos los males que aquejan a Linares y su Comarca o el maná que cae del cielo cada día para solucionar las necesidades de la ciudadanía. En mi opinión, si hay algo más peligroso que no hacer nada para solucionar los problemas, esto es generar falsas esperanzas a quienes necesitan esas soluciones.

Para mí la Unión Europea y las oportunidades que ofrece a sus territorios es un tema básico, no en vano soy una europeísta convencida desde hace ya casi más años de los que me gustaría recordar. El conocimiento sobre la existencia de esas oportunidades y la comprobación in situ de su materialización, me ayudaron a hacer dos caminos, el de ida a Bruselas y el de vuelta a Andalucía, ninguno fue fácil pero ambos fueron y siguen siendo profundamente gratificantes. Hoy, 30 años después de mi primer viaje a Estrasburgo, al Parlamento Europeo, me gustaría que pusiésemos los «puntos sobre las ITI», porque creo que tan erróneo es no utilizarlas, como ver en ellas la única esperanza a una situación compleja y en muchos casos desesperada.
La Unión Europea tiene como uno de sus objetivos principales la Cohesión de los territorios que la componen. Para conseguir este objetivo, es decir para que los territorios con menos riqueza y oportunidades se acerquen a los más desarrollados y con más riqueza, y para definir cómo hacerlo, los Estados miembros (28 países europeos) se dotaron de tres instrumentos. A saber, uno político, la Estrategia 2020, otro financiero, el marco 2014-2020 y otro jurídico, los Reglamentos europeos (Uno por fondo más otro de normas comunes) que se aplican directamente a los Estados miembros como si fuesen leyes de los propios estados. En el Reglamento de normas comunes de los Fondos es donde se recogen las ITI. Son estos reglamentos donde la Comisión Europea indica a los Estados cómo solicitar dinero para alcanzar la Cohesión, a qué se tiene que dedicar ese dinero y cómo se tiene que justificar lo que se ha gastado.

O sea que en 2013 es cuando se aprueban los nuevos reglamentos y estos incluyen por un lado, programas para todo el Estado, por otro, programas específicos para cada región del Estado y además otras figuras nuevas entre las que están las Inversiones Territoriales Integradas, por fin llegamos a las ITI.

Entonces, ¿Qué son? Pues un instrumento diseñado para apoyar un conjunto de acciones integradas en un área geográfica determinada para dar respuesta a las necesidades o retos concretos de esa zona. Se trata, por tanto, de un instrumento de gestión que permite aplicar un enfoque territorial en la concepción e implementación de las políticas públicas. Así, los recursos que apoyan una determinada ITI pueden proceder:
• De más de un eje prioritario dentro de un programa
• De varios programas financiados por el mismo fondo, o
• De varios programas financiados por varios fondos.

Es importante tener en cuenta que las ITI solo se pueden usar de manera eficaz si la zona geográfica específica afectada cuenta con una estrategia territorial intersectorial e integrada. Los elementos clave con los que una ITI tiene que contar son:
• Un territorio designado y una estrategia de desarrollo territorial integrada;
• Un paquete de acciones para su aplicación; y
• Acuerdos de gobernanza para gestionar la ITI.

No hay que generar falsas esperanzas ni hacer discursos populistas ya que en este momento estamos a mitad del marco financiero 2014-2020, por lo que los fondos ya los solicitó «El Reino de España» firmando un Acuerdo de Asociación con la Comisión Europea. En este Acuerdo España explicitó en qué y cómo se iba a gastar los Fondos Estructurales. En el Acuerdo se recogen varios instrumentos para utilizar esos fondos. En concretos tres, entre ellos están las ITI, en España se incluyeron 5 (ITI Azul, ITI Cádiz, ITI Castilla La Mancha, ITI provincia de Teruel, y, por último, .ITI Mar Menor).

Y ¿Por qué esto es importante? La respuesta es porque ahora ya no estamos en el punto de recibir más financiación sino de reprogramar la que se concedió al firmar el Acuerdo. Sin embargo, sí que es un buen momento para que todas las administraciones implicadas, gobierno central, comunidad autónoma, Diputación y los Ayuntamientos de Linares y su Comarca inicien los diagnósticos, trabajos y reuniones con todos los actores sociales que permitan diseñar esa Estrategia Territorial para impulsar las inversiones y el desarrollo de este territorio. Utilizando para ello, por un lado todos aquellos fondos que aún se puedan reprogramar (tanto a nivel de gobierno central como autonómico), pero sobre todo, posicionándonos para estar en las mejores condiciones de salida para el nuevo Marco financiero que comenzará en 2020. Demostrando que éste es un territorio de oportunidad, interesante para las empresas y con una ciudadanía implicada en conseguir su progreso.
El lunes pasado, en la Casa del Pueblo de UGT en Linares, ya escuchamos que la Junta está en ello, Diputación y los ayuntamientos también, que hay apoyo de los sindicatos, muchas personas interesadas, por tanto una ciudadanía apoyando e implicándose en la propuesta de posibles proyectos y estrategias. Si bien, faltaría por concretar el compromiso del gobierno central, que habría de ir más allá de presentarla, también debería reprogramar aquellos fondos que gestiona para que lleguen a esta Comarca.

En definitiva, no engañemos a nadie, ni es fácil, ni es una lluvia de millones, pero yendo tod@s en el mismo barco y remando tod@s a una en la misma dirección conseguiremos que la situación mejore. Y si la ITI es el instrumento en torno al cual se puede conseguir esa unión y compromiso, entonces vamos tod@s a trabajar por conseguir que sea una realidad.