“Soplaban vientos del sur y el hombre emprendió viaje. Su orgullo, un poco de fe y un regusto amargo fue su equipaje. Miró hacia atrás y no vio más que cadáveres, sobre unos campos sin color. Su jardín sin una flor y sus bosques sin un roble. Y viejo, y cansado, a orillas del mar, bebióse sorbo a sorbo su pasado. Profeta ni mártir quiso Antonio ser… Y un poco de todo lo fue sin querer. Una gruesa losa gris vela el sueño del hermano. La yerba crece a sus pies y le da sombra un ciprés en verano. El jarrón que alguien llenó de flores artificiales, unos versos y un clavel y unas ramas de laurel son las prendas personales, del viejo, y cansado, que a orillas del mar, bebióse sorbo a sorbo su pasado. Profeta ni mártir quiso Antonio ser. Y un poco de todo lo fue sin querer”

Antonio, junto con su madre perseguido por los fascistas huyeron de Cataluña y entraron en Francia en un vagón de mercancías, ambos muy enfermos viviendo en la más absoluta pobreza. Tremenda la canción a modo de elegía de Serrat por su amor al Poeta y a la verdad que defendió.

Dice Machado: “Creo más útil la verdad que condena el presente, que la prudencia que salva lo actual a costa siempre de lo venidero. La fe en la vida y el dogma de la utilidad me parecen peligrosos y absurdos. Estimo oportuno (…..) proclamar el derecho del pueblo a la conciencia y estoy convencido de que España morirá por asfixia espiritual si no rompe ese lazo de hierro. Para ello no hay más obstáculos que la hipocresía y la timidez. Ésta no es una cuestión de cultura —se puede ser muy culto y respetar lo ficticio y lo inmoral— sino de conciencia. La conciencia es anterior al alfabeto y al pan”.

Duro, pero tremendamente real, pienso yo. Personas como ésta, antes y ahora, tiran del carro de la sociedad, denunciando o criticando los actos inhumanos de la gente instalada en el egoísmo, la zafiedad, la mediocridad y la deshonestidad, porque no hablar cuando hay que hacerlo, o mirar para otro lado es ser un convidado de piedra y un cómplice de la ignominia contra el noble arte del vivir, del existir como seres humanos.

“Todo pasa y todo queda….Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino, se hace camino al andar y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”

Porque caminar es dejar la impronta, las huellas de nuestro paso por la vida, bien escribiendo, bien hablando, bien ejerciendo cualquier actividad social y/o política o artística, y sobre todo, comprometiéndose con el mundo y la vida desde una actitud honesta, transparente, solidaria.

Y el Poeta que murió de pena en Colliure un 22 de febrero de 1.939, realizó todo esto con honestidad y decencia, porque Machado como otros muchos, esculpieron su presente en letras de granito para el devenir de la historia.

Suele decirse para justificar y defender actitudes indefendibles, que las personas pasan, pero que los “proyectos que son lo importante, quedan” ¿Pero quiénes hacen los proyectos si no son las personas idealistas, que apuestan por un cambio hacia una sociedad mejor? Aunque luego, esos proyectos por desgracia, en política y en las mismas religiones, son adaptados para sus propios intereses, por aquellos que en muchas ocasiones se auto invisten de un poder quitado al propio pueblo…y el pueblo ante ese inmenso poder ideológico que ha prostituido las ideas, en una gran mayoría, no reacciona por miedo o por comodidad; es la parálisis del sofá. Y entonces, estos corruptos morales, instalados en sus sillones mandan a la tropa para que consiga victorias para su propio y personal engrandecimiento…y ellos sin arriesgar nada.

Muchos de estos que mandan a esa tropa para que se sacrifiquen por ellos y que han envilecido los nobles y primigenios ideales, hacen un daño irreparable a esta sociedad, de la que son sus verdugos.

Pero como dice Machado, todo pasa y todo queda…son tus huellas el camino”…y cuando el caminante abandone esta vida, surgirán nuevas, diferentes huellas de otros muchos que serán como dice Serrat refiriéndose al Poeta universal: Profeta ni mártir quiso Antonio ser…y un poco de todo lo fue sin querer” .