Hace unas semanas el director de Linares28.es, Jordi Flores Casasempere, me ofreció la posibilidad de hacer público parte de mi trabajo parlamentario. Accedí inmediatamente entendiendo que el compromiso con la ciudadanía es el sostén de todo cargo público.

Estoy encantado de que alguien, si lo desea, dedique unos minutos a leerme. Le agradezco el tiempo prestado. Podemos compartir opiniones, ideas y también, si lo quiere, proyectos.

Daniel Campos López

A lo largo de este año se ha vuelto a constatar que las promesas con las que el Partido Popular ganó las elecciones de 2011 eran falsas. Quienes tenían la fórmula mágica para resolver los asuntos económicos sólo han sabido utilizar el poder de las instituciones con fines partidistas y metas a muy corto plazo. Ni las amnistías fiscales ni las oportunistas rebajas de impuestos han servido para solucionar nada: más bien al contrario, el desaparecido y desautorizado Ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, pasará a la Historia de España por ser el protagonista de que nuestra deuda pública supere el 100% del PIB, por el vaciamiento de la hucha de las pensiones –herencia recibida del Gobierno del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero- y por su reconocida incapacidad para atajar los problemas fiscales de España, eludiendo sus responsabilidades y culpando siempre a otros, con especial predilección por las Comunidades Autónomas.

España se aleja del cumplimiento del objetivo de déficit acordado con Bruselas. Pero si hay un culpable de ese déficit es precisamente la errática, partidaria y electoralista política fiscal diseñada desde La Moncloa para permanecer en el poder a toda costa. Lamentable ejercicio de irresponsabilidad que pagaremos la ciudadanía española durante varias generaciones.

Hagamos un resumen de las últimas noticias relacionadas con la política económica del gobierno en funciones. La bajada injusta, desigual y electoralista del IRPF dejó un agujero que aún no se ha recuperado. En junio el propio Financial Times denunciaba que Mariano Rajoy decía una cosa en Bruselas y otra en la campaña electoral. La hucha de las pensiones se ha esquilmado no sólo para pagar las merecidas pensiones de los jubilados españoles: también para comprar deuda pública del mismísimo Gobierno de España, que vende como un éxito la adquisición de su propia deuda con nuestro dinero. La recaudación del Impuesto de Sociedades se ha desplomado un 85% en lo que llevamos de 2016. Y la recaudación por IVA sigue sin compartirse con las Comunidades Autónomas, como establece el modelo de financiación vigente, que Montoro se salta a la torera.

A este ritmo de despropósitos fiscales nadie sabe cómo se van a seguir pagando las pensiones de casi nueve millones de españoles en 2017, un riesgo gravísimo que poco parece importar a un Gobierno en funciones preocupado exclusivamente por su propio destino personal. Una deslealtad sin precedentes a España y a los españoles y españolas..

Sigamos con las noticias. En verano la Autoridad Fiscal Independiente (Airef) afirmó con rotundidad que Andalucía cumplirá con el objetivo de déficit asignado por el Gobierno, tanto en 2016 como en 2017, demostrándose de nuevo el firme respaldo de nuestra Comunidad Autónoma con los compromisos internacionales adquiridos por España y con la estabilidad de nuestro país.

Y la última noticia es que Montoro, desaparecido y desautorizado, se ha visto obligado a convocar un Consejo de Política Fiscal y Financiera, acuciado por la elaboración de los presupuestos de las Comunidades Autónomas para 2017 y acosado por sus propios conmilitones. Como en el famoso episodio del Titanic, mientras sus compañeros buscan las últimas lanchas salvavidas, Montoro deberá trabajar un poco más al frente de su Ministerio, tocando con desgana la música final.

Ya sabemos de los trucos del Gobierno en funciones presidido en funciones por Mariano Rajoy. Las familias españolas merecen que sus gobernantes destinemos inversiones dignas a cobertura social y a la mejora del estado del bienestar algo que sólo puede suceder con una política fiscal que articule un sistema tributario y de recaudación justo. Ni las fórmulas mágicas, ni los trucos y mucho menos las mentiras darán estabilidad a un país desacreditado en el exterior por la falta de rigurosidad política de sus gobernantes.

Un motivo más, quizá el más claro, para que Partido Polular no nos siga gobernando.