“La zorra y las uvas” es una de las fábulas atribuidas a Esopo que dice así: “Una zorra ve un racimo de uvas e intenta alcanzarlas. Al darse cuenta de que está demasiado alto, desprecia las uvas diciendo: «¡No están maduras!».”

La moraleja de la historia es que a menudo los seres humanos fingimos despreciar aquello que secretamente anhelamos y que sabemos que es inalcanzable.

El pueblo español en este caso ha ido dos pasos por delante de nuestros eternos políticos, que han visto con miedo como el bipartidismo en España, se rompía en mil pedazos, porque siempre han estado acostumbrados a ¿gobernar? en plan apisonadora y esto no se la esperaban. Llevamos ya ocho meses deshojando la margarita y ya quedan pocos pétalos para decidirnos definitivamente por una solución. Y ahora nuestros algunos políticos emulan esa fábula, porque deseando como están, de planchar asiento, y no alcanzando el racimo de uvas, hacen cara a la galería ascos, despreciándolas. Otros, sin estar la uvas maduras ya intentaban repartirse el racimo. Y así nos va. Me planteo si de verdad hemos avanzado desde 1.978.
En un viaje que hice a Italia, allá por 2003, alguien le preguntó a la guía, que el por qué de tantas crisis de gobierno en su país. Ella respondió de forma indolente: “Ah, eso no nos preocupa porque Italia funciona sola y si no, para eso están los oligarcas y la mafia que son los que verdaderamente gobiernan” Todos nos quedamos de piedra y justo piedras, restos arqueológicos, era lo que íbamos a visitar.

Como tantos españoles me he vuelto escéptico, sabedor de que salga quien salga, sólo van a ser los teloneros de los verdaderos artistas, esto es, el capitalismo y que estarán mucho más pendientes de sus sillones y de las órdenes de sus amos que de las necesidades de los ciudadanos.

Qué duda cabe, que en principio y por experiencia, los partidos que tienen en sus genes un claro componente social, gobernarían más para la ciudadanía (hasta donde les dejen, ahí tenemos Grecia) que aquellos para los que las necesidades sociales pasan a un plano secundario.

La legislatura de Zapatero, dejó en el cajón de las pensiones 66.185 millones; a finales de 2015, sólo habían 32.481 millones de €. A este paso en 2.018 no quedará un duro. La estrategia la tenemos clara muchos ciudadanos: llevarnos indefectiblemente a la contratación de cada ciudadano/a de un plan privado de pensiones. Con ello cumplirían dos objetivos: el primero dar de comer a las pobres entidades financieras, a cuya voracidad insaciable les queda corto todo…para eso han sido creadas, para ganar más y más a costa de lo que sea. El segundo objetivo sería que el estado se quitase de en medio algo que le supone día a día un autentico dolor de cabeza, las pensiones de sus mayores. Así, mayores con posibilidades económicas de un seguro privado, comerían y los que no tienen esas posibilidades entonces a Cáritas o a Cruz Roja, creando una situación de auténtica fractura social, porque los mayores somos un problema como decía Christine Lagarde, hablando de la longevidad en Europa.
Teniendo en cuenta que Christine Lagarde no hace ascos a ningún racimo de uvas, por muy alto que esté, ha abogado por la contención salarial e incluso por bajar drásticamente los salarios de los trabajadores y es algo que no deja de sorprender.
Así, Lagarde obtiene al año 476 360 dólares, unos 352 859 euros, subiéndose un 11% su sueldo nada más ser nombrada Presidenta Gerente del FMI.

Sin embargo, este sueldo no queda ahí, ni mucho menos. En primer lugar, hay que señalar que la directora del FMI, al presidir un organismo internacional con sede en los Estados Unidos, no tiene necesidad de declarar a la Hacienda de ningún país.
Además de 65. 000 euros al año para gastos personales.

La pensión de por vida a la que se tiene derecho Christine Lagarde se sitúa en el entorno del 60% del sueldo cobrado y varía en función del tiempo que se ocupe la codiciada poltrona del FMI. Rodrigo Rato por haber sido director durante 3 años del FMI, cobra anualmente unos 59. 000 euros netos.

Desde los 25.554 euros al mes más complementos, del Presidente de la Comisión Europea Durao Barroso, hasta los casi 380 000 anuales que le corresponden a Mario Draghi como Presidente del Banco Central Europeo. Estos no hacen ascos a las uvas. Así que visto lo visto, lo mejor es que los pensionistas arruguemos el labio y entonces Christine Lagarde y muchos de éstos tendrían más dinero para repartirse entre ellos.