Pues sí, en este tiempo de calor y casi de encierro bajo los aires acondicionados pero intentando leer y hacer cosas de provecho, también veo algunas televisiones basura, que a veces me cansan, a veces me distraen y a veces contemplo como un microcosmos de cómo somos los humanos cuando convivimos y nos dejan hablar. Y además es inconcebible, que cuanto más energúmenos somos, es mejor porque dicen que sube la audiencia, así que manipular y ser manipulado es algo consabido. Pero bueno, reconozco que los veo con alguna otra serie de policías que me encantan. Me encanta que al final pierda el malo, o la mala.
Me acabo de enterar de que un directivo de una cadena norteamericana ha acosado sexualmente a la principal periodista, Kelly, y a otras más. Y él lo niega, claro, pero ¡ah! en estos temas estamos en EE.UU. y parece ser que este sujeto, que siempre se dedican a lo mismo, tiene que dimitir sí o sí, aunque no me extraña que el candidato Donald Trump la insulte, a ella, o la menosprecie. Como gane este machista, xenófobo y demás, estamos apañados, porque algo nos afectará. Yo apoyo a Hillary.
Bueno pues estas son las cosas que pasan desde que el mundo es mundo, el mundo machista pervive como pasa con toda vergüenza en todas las fiestas y no fiestas, como en los sanfermines, menos mal que ya se denuncia afortunadamente, porque saben que quedan como quedan. También algo parecido ha pasado con el ínclito “conde Lequio” y la proclive a los realitys de los Yébenes, Olvido Hormigos. Ha saltado que ella ha tenido una aventura con él, y lo reconoce, él, por supuesto lo niega, sus compañeros y compañeras le apoyan aunque saben que es mentira. Así tienen algo más de carnaza para el verano por muy claro que esté. Yo por lo que he escuchado la creo a ella y estoy esperando, como en las series de los policías, que “el malo, o el acosador, o el mentiroso” quede en evidencia porque yo disfruto mucho con las hipocresías ajenas, recuerdo cómo me divertí en el Wattergate y es que me encanta que se descubran las maniobras, las mentiras y las cosas a medio decir.
De todas formas no juzgo, creo que cada cual puede ser libre y hacer lo que le apetezca siempre que haya acuerdo, atracción, o necesidad. Esta mujer ha hecho lo que ha querido y si le apeteció sexo pues lo tiene, al fin y al cabo el sexo, cuando es sólo sexo, es externo, la vinculación emocional ya es otra cosa. Y la lealtad o la traición otra y no tanto por planteamientos machistas ni de propiedades, que no, ni de sumisiones, que no, sino de amor de ese que impide hacer daño al otro, porque aunque se sea libre también el interior funciona. Y la mentira, para mí, es de las actitudes más execrables que existen. En fin, es algo que duele pero cada cual tiene su contrato de vida y lo sabe, la lealtad, cuando menos, es cumplir ese contrato, no hay más y nadie sabe lo que hemos firmado. Estoy deseando conocer el veredicto final, lo taparán porque es un hombre y además conocido, pero allá cada cual, porque todo llega.
No he querido hablar de la Constitución del Parlamento, ni de política, tampoco habría mucho nuevo qué decir y soterrado seguramente. Tal vez me haya alegrado de que haya habido nuevas elecciones porque todo se ha calmado un poco, y a fuer de ser un poco trivial, que no lo soy, me he quedado un poco chafada por no haber visto al hijo de la Bescansa, no sé si habrá crecido pero por el tiempo que ha pasado no nos hubiera faltado más que verle gateando por las alfombras. Yo lo critiqué mucho en su día y no me ufano de que el tiempo me haya dado la razón, pero se lo agradezco.