Hombres buenos que los conozco, que existen, que están por todas partes. Hombres que creen en la igualdad, que la viven, que la comparten, pero que no se les oye lo suficiente. Parece que, al igual que nosotras, no acaban de atreverse a reivindicar su postura y defenderla públicamente. ¿Por qué tanta prudencia?¿ Por qué no se os oye?¿Por qué no se os ve?¿Por qué no se os lee?
Estos últimos días he asistido atónita a una serie de sucesos que me han vuelto a colocar de bruces con la realidad. Me sorprendí a mi misma alegrándome por los dos goles que nos marcó Croacia. Me volví a alegrar con los goles de Italia que nos devolvieron de vuelta a casa. Es difícil no dejar que los últimos acontecimientos me empañaran esta competición. ¡Qué triste la verdad! Como sexóloga feminista y mujer, me vi en la obligación de ver alguno de los vídeos de este gran director de cine que anda encarcelado. ¡Por favor un Óscar para este individuo! Cuanto placer en la cara y en los gestos de esta mujer en concreto, a ella no le podemos conceder otro Óscar, si en algún momento sintió placer lo disimulo bastante bien. Estoy acostumbrada a ver, hablar, leer sobre sexo y sexualidad pero no pude terminar de ver el vídeo al completo. No pude, porque eso que allí pasaba no era sexo, era poder, era sometimiento, era abuso, de unos “señores” sobre una mujer. Ahora centremos nuestra atención en los actores, ¿qué pasa con estos hombres? Yo pensaba que el gustillo de masturbarse en grupo, estaba para la adolescencia, pero claro, ¿hay algo peor que un adolescente con dinero, sin principios, sin ética y sin límites? Pues eso. Yo para estos actores además de aplicarles la ley con toda su contundencia. La ley, una ley que ponga el foco en la demanda y no en la oferta que ya sabemos como es, en la mayoría de los casos esa oferta y cómo llegan esas personas a ofrecer ese servicio. Pues eso, después de aplicarles la ley les obligaría a ver sus vídeos en familia, sí, no habéis leído mal, en familia, con su madre, con sus hermanas, con su pareja si la tienen, con sus hijas, con sus sobrinas, en fin creo que sería una buena manera de que entiendan de una vez que no existen dos clases de mujeres, que no hay dos clases de personas, que no se puede utilizar a los demás para enriquecernos, ni para delinquir, y mucho menos para obtener placer sin el consentimiento de la otra persona. Pero como he mencionado los eternos adolescentes no dejan nunca de serlo.
Otro de los acontecimientos que me ha entristecido ha sido la forma en que los líderes políticos se han referido al tema. Cambiando el tono, como si de algo menos importante se tratase, les ha bastado un “No me siento cómodo con que siga representando a mi país”. Bueno no se sienten cómodos, vale, ¿y ya? Menos diplomacia y más contundencia, como cuando hablamos de Venezuela o de la corrupción. Por favor, líderes políticos: esto de la igualdad y la violencia de género es importante de verdad.
Siempre desde la presunción de inocencia para todas las personas, creo que es hora que en este país las acciones tengan consecuencias, no podemos seguir dejando que los actos negativos sean perdonados sin ninguna consecuencia, como mínimo tenemos que exigir una explicación. Los ídolos tienen que dejar de serlo si no quieren pagar impuestos, los líderes políticos no pueden tener amigos entre los que roban el dinero de todos, los dioses del deporte no pueden creer que todo está permitido, porque como sociedad que ejemplo damos a nuestra población infantil y juvenil, que mensaje les estamos enviando.
Y aquí es donde vuelvo a la pregunta inicial ¿Dónde están los hombres buenos? Dejaros de disculpas, dejaros de diplomacia y, los que tenéis algo que decir, decidlo. La sociedad, las mujeres, los y las jóvenes, los otros hombres, necesitamos escuchar vuestra opinión, necesitamos vuestro apoyo, necesitamos vuestro ejemplo. “OS NECESITAMOS».
Carmela, no sé cuánto tiempo tendrá que pasar para que este machismo ibérico desaforado se erradique de una vez por todas de esta sociedad. No puedo estar más de acuerdo con tus reflexiones que sinceramente a cualquier persona con sensibilidad la dejan descolocada. Y me metí a ver un video de los que aludes respecto al enfermo mental este que se autodenomina director de cine. Me entraron ganas de vomitar al ver como es tratada una joven y el papel de ella. Sinceramente me produjo verdadero asco ver como este tarado trata a una mujer, como un despojo humano. Para éste pajarraco yo pido la castración química o física, sin remordimientos de ningún tipo.
Aunque observo que cada vez hay más mujeres «importantes» que hacen como yo llamo «de putas finas» como se ve en algunos programas televisivos, para sacarle toda la pasta al octogenerio de turno y vivir como reinas. Sunque ésto no tiene nada que ver con el contenido de tu artículo, que desde luego suscribo. Saludos Carmela.
Junto a los cinco sentidos, al hombre se le ha dado, el goce y el placer de la sexualidad, con un fin último, la reproducción de la especie. Cierto es que la satisfacción que produce entre hombres y mujeres en su intimidad la sexualidad es de lo mas bello que se puede disfrutar en la vida, siempre dentro de los limites del respeto entre seres humanos. Pero hoy en día la sociedad actual sigue unos derroteros que nos plantean asuntos tan aberrantes como los que Carmela plantea. Debemos plantearnos y plantarnos como sociedad como hemos llegado a este tipo de situaciones, y claro esta plantarnos ante ellas. Tanto las instituciones del Estado, como las de la Iglesia, y sobre todo las familias , tienen que formar un frente común ante esta avalancha de casos aberrantes de pedofilia y pederastía que un día si y otro también llenan nuestros telediarios y casos como el de este errático personaje que con el noble arte del cine nos quiere convertir en una nueva Sodoma.