Estos días pasados se ha celebrado la festividad de Santa Rita, la patrona del funcionariado del Ayuntamiento. Con este motivo se les ha reconocido a muchos y muchas su labor y compromiso en esta tarea tan importante, e infravalorada tal vez, para una ciudad. Yo me uno a este agradecimiento comprendiendo su esencialidad.

El funcionariado siempre ha estado casi vilipendiado injustamente, tal vez desde que Larra escribió aquello de “vuelva usted mañana” satirizando la pereza de los españoles a la hora de trabajar, que en caso de tener la tenemos todos, no se les debería achacar sólo al funcionariado. Porque funcionarios somos muchos y los hay de todas clases, como en la empresa privada, que los echaba yo a pelear, porque para mí los funcionarios y funcionarias son los que sostienen todos los servicios públicos de una ciudad o un Estado y sólo con ponernos a pensar qué funcionaría si desaparecieran, llegaríamos a la conclusión de que nada, nada funcionaría. Como cuando se va la luz y el agua. Son esenciales para una vida de calidad en sociedad.

Refiriéndome al funcionariado de nuestro Ayuntamiento, desde aquí parto una lanza completamente sincera por ellos y ellas y les felicito en el día de su patrona en el que sé que se juntan, que refuerzan sus vínculos de compañerismo y en muchos casos de amistad. A mí me gusta pensar que me van a solucionar los problemas administrativos que pueda tener porque ellos y ellas son quienes entienden y están preparados. Los políticos creo que saben que sin ellos no podrían hacer nada, además de que por causa de su interinidad, los políticos siempre deben ser interinos, al menos hay personas que continúan, que llevan la memoria y el funcionamiento de todo y desde mi recuerdo siempre la información exacta, la dedicación sincera, el compromiso permanente y ¡ah! la discreción total. Nunca he oído a un funcionario o funcionaria opinar nada de los “jefes” que se van sucediendo, ni yo por supuesto lo he preguntado. Sabiendo todo esto, yo creo que se podría ir retirando la mala prensa que de vez en cuando tienen y agradecer su servicio. Santa Rita, abogada de los imposibles, a lo mejor tiene algo que ver en esto, porque ya sabemos cómo somos.

Todo esto es consecuencia de que yo amo a mi ciudad y deseo que todo funcione perfectamente. Ahora estoy contenta y lo valoro y agradezco, porque se está remodelando un espacio casi olvidado que es un parquecito que está al lado de la estación de autobuses, yo le llamo, que a lo mejor se llama así pero no lo pone, el parque de Virgen de la Antigua, que no sé por qué me suena bien. Tiene su historia, igual que santa Rita y las dos tienen que ver con rosas, que es algo muy reconocido en el mes de Mayo.

Deseo que Linares se vaya urbanizando y humanizando, las zonas verdes, que deberían ser verdes, y es lo que echo de menos,  son necesarias para un refugio de silencio y relax. En el Norte y más abajo, los parques son bastante silenciosos, los de los niños son de niños y sabemos lo que queremos decir. Aquí hay demasiado hormigón y baldosas, demasiado miedo a regar y demasiado ruido, también demasiada poca vigilancia y tal vez demasiada crítica. Ahora estoy viendo que se están dando empleos de jardinería, también a mujeres,  y no me gustaría que fueran precarios, me gustaría que se mantuvieran, que no solo se dieran trabajos de construcción, sino también de cuidado de los parques y jardines, desde los pequeños a los más grandes, vigilando el mal uso que por parte de muchos se hace. Si digo que las fuentes del parque de San Agustín sirven de piscina en verano, comprenderían lo que pido. Y no hay ni un cartel prohibiéndolo. Puede que haya poca sensibilización con estas zonas. Menos hormigón y más césped y tal vez si lo viéramos todo cuidado, también lo cuidaríamos.