Cuando los mandamases de Occidente siguen decidiendo más vallas y más guerra para las crisis humanitarias que ellos mismos han provocado, las gentes de bien reaccionan. Entonces aquellos inhumanos personajes cambian el discurso y suben las cifras en la lenta subasta de desgraciados a socorrer, para con la misma lentitud y perfidia, aparentar que son sensibles a las demandas populares. Dan ganas de desmontar la hipócrita actitud de pintar como guerra religiosa y  gran peligro terrorista para occidente lo que principalmente es  el robo y control de las riquezas petrolíferas de Oriente Medio, centro de Asia o de donde se tercie.

Pero no. Ese tema lo ha abordado con sabiduría aquí Juan Parrilla. Por eso trataré hoy otra guerra simultánea de dominación económica, la de América del Sur y más  centrada en Venezuela. Ocurre que en el pasado día 11 de septiembre se han cumplido 42 años de la muerte de Salvador Allende. Ello me obliga a volver actualizando el paralelismo entre aquel Chile y la Venezuela de hoy. Releo algunos textos de Hitchens y Garcés, así como otros de García Márquez y declaraciones de personajes españoles que meten la cuchara en este asunto. El primero denuncia sin ambages la criminal responsabilidad de Kinssinger en la llegada de Pinochet. El segundo abunda en los sabotajes para el desabastecimiento alimentario idénticos a los de hoy en Venezuela. El gran Gabo informa de lo que eran sospechas, indemostrables de momento, sobre el cómplice de Pinochet general Palacios quien ejecutaría el criminal asalto al palacio presidencial de Allende, tras el asesinato-accidente del general Prats. Estos hechos tienen capital importancia para que no pasen desapercibidos en los episodios en Venezuela, ante la labor de desinformación o encubrimiento de los citados personajes españoles. Veamos el pito que toca cada uno en este engaño común.

El señor Aznar,presidente del gobierno durante el golpe empresarial de 2.002, hoy apenas rompe su silencio para ironizar sobre la defensa de golpistas que ahora realiza su antecesor González. En el PP han tomado el relevo en la complicidad con USA García Margallo y otros colaboradores de Rajoy para tapar sabotajes alimentarios o presentar como probos demócratas a golpistas confesos de 2.013.

Del señor González ya hemos señalado su aplicación tomando para sí la defensa de uno de los principales inductores del último golpe con inanes acciones jurídicas, que apenas sirven para que el poderoso aparato mediático mundial desfiguren las  sucesivas agresiones a Venezuela. Don Felipe, algo gastado en esta truculenta cruzada, ha encontrado relevo en el propio PSOE. He podido leer un mensaje atribuido al señor Pedro Sánchez que reza así: Todo mi apoyo a Leopoldo López, su mujer Lilian, y toda su familia. Libertad, Libertad, Libertad. Leyendo, me entero que el señor López, golpista practicante de extrema derecha, es amigo de Uribe, ex- presidente de Colombia durante cuyo mandado se produjo record mundial de destierros. Ah sí, entre las amistades del señor López también están los citados Aznar y González. Sí, sirviendo a USA como en OTAN o Azores.

Otro más. Don Pablo Iglesias, contagiado también del buenismo del Sánchez y de las tragaderas dudosamente democráticas de Aznar y González, declara : “Me gustaría que López también se presentara a las elecciones (de Venezuela)”. Uno que ya no se sorprende de nada , quiere entender que a tales deseos de estos jóvenes le habrán llevado alguna de las confidencias mantenidas con   Zapatero y/o Tsipras sobre los sacrificios a que se arriesga un máximo líder por las mesnadas de víctimas hispanas y griegas.

Quemado por humor tan negro, vuelvo al  Chile de Allende. Quiero convencerme de que Iglesias y Sánchez eran muy jóvenes entonces. Por eso creen que en su democracia de juguete es mejor tomar por demócratas a personajes tan siniestros como  llegaron a ser Palacios y Pinochet. Lástima que tampoco conozcan la realidad y cómo se tergiversó ésta en Chile y en USA. Después de  no reflejar las defunciones en el Regitro Civil, el general golpista Opazo Santander explicó que las bajas apenas fueron uno por cada diezmil. Por su parte el director de la CIA, Willian Colby explica en Washintong que gracias a los fusilamientos en Chile se ha evitado una guerra civil.

Espero que estos jóvenes líderes recapaciten y alguien les explique lo peligroso que es el cinismo con que pueden concluir también Venezuela o la marea de exiliados que nos llega a occidente, ahora de Siria, por México, de África o del mismo Irak, de una guerra que no ha cesado desde Las Azores. como antes ocurrió con Chile. Se lo deseo a estos líderes jóvenes, y a todos los jóvenes no líderes, para que, luego recordando estas guerras de dominio económico, no tengamos que hacer nuestras las palabras García Márquez en septiembre de 2.003: “El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre”.