«El referéndum del 5 de julio quedará para la Historia como un momento único cuando una pequeña nación europea se levantó contra la esclavitud de las deudas¨ Así comienza la carta de renuncia del que era hasta hoy Ministro de Economia del gobierno heleno, el popular Yanis Varoufakis.

El claro vencedor de este referéndum, será claramente el popular Yanis. Ese loco motero, con poco pelo que fue capaz de alzar la voz contra el dominio alemán.

La consulta griega, evidencia que la política está cambiando, aunque algunos le cueste entenderlo y que mejor que la antigua Grecia, para recuperar la pasión por la política. Lo que esta claro, es que un referéndum nunca puede ser una mala noticia para la democracia. El pueblo griego ha hablado, ¿Acaso se le preguntó al pueblo español en 2011, cuando el Partido Popular y el Partido Socialista decidieron cambiar el artículo 135 de nuestra carta suprema?.

Con esta reflexión, ni mucho menos intento posicionarme a favor de las medidas que esta tomando el gobierno de Tsipras. Pero lo que no hay que negarle, a nuestros amigos helenos es su valentia, para decidir por sus ciudadanos. Algo que España olvidó en 2011, cuando el catastrófico gobierno de  Zapatero fue fiel súbdito de las directrices de la Unión Europea con el apoyo de Rajoy, el cual se veía, ya presidente en pocos meses.

Mi artículo será tachado de ¨hipócrita¨ o  de ¨demagogia barata¨ (probablemente con mucha razón).

Por supuesto que el gobierno español debe recuperar el dinero que prestó a Grecia, para hacernos una idea, la ayuda que prestó el gobierno español, supone un año de gasto en prestaciones sociales. Pero no es justo, ahogar al pueblo griego, igual que no fue justo en 2011. Ahogar al ciudadano español para rescatar a entidades bancarias como Cajasur o Bankia, y menos aún con episodios de corrupción como los de Rodrigo Rato o Miguel Blesa.

Ese esfuerzo que se exigió a la ciudadanía debe tener una recompensa, que aún en el caso español no se ha visto. Para el futuro y evitar errores del pasado, es importante, separar el interes de los bancos del interés de los banqueros.

Pienso al igual que Varoufakis,  que el fallo de muchos dirigentes de la Unión Europea no fue que salvasemos a los bancos, teniamos que salvar a los bancos, porque sin bancos volveriamos a la Edad Media, el error fue salvar por igual a bancos y banqueros. Lo que ha provocado un daño probablemente irreparable en la salud económica de Atenas, lo que ha llevado al pueblo griego a decidir entre un futuro negro o un futuro oscuro.

“La experiencia es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores” Oscar Wilde