El Área Sanitaria Norte de Jaén mejora la atención a los pacientes con heridas crónicas complejas en la piel, al crear un equipo de enfermeras con mayor preparación y formación para prestar este tipo de asistencia.

Las personas afectadas por este problema de salud serán derivadas por sus médicos de familia o especialistas, desde los centros de salud u hospitales de esta demarcación jiennense del Servicio Andaluz de Salud (SAS), para que sean atendidas por estas profesionales sanitarias cuando así se estime conveniente para facilitar su recuperación.

Las heridas crónicas complejas incluyen varios tipos de úlceras en la piel, como las venosas, por presión, isquémicas y neuropáticas o pie diabético, además de las que necesiten curas posteriores para cicatrizar después de una operación quirúrgica.

La finalidad de esta nueva prestación del Area Sanitaria Norte de Jaén es propiciar cuidados expertos a las personas con este problema de su y su familia, para conseguir la mejor y más rápido recuperación posible, gracias a la implantación de una atención más eficaz y eficiente.

Las dos enfermeras jiennenses encargadas de este nuevo servicio son Josefina Arboledas y Celia Ruiz, que trabajan en los hospitales comarcales de Ubeda y Linares, respectivamente.

 

Incidencia
“Las úlceras por presión, que las padecen casi 3.000 jiennenses cada año, han sido durante demasiado tiempo infravaloradas, al creerse que se trataba de algo menor, banal e inevitable, pero que afecta a  muchos pacientes, a los que perjudica su calidad de vida por los grandes sufrimientos ocasionados a ellos y sus cuidadores, además de aumentar el riesgo de mortalidad entre 4 y 6 veces, y disparar los gastos de tratamiento, aunque son prevenibles en casi todos los casos”, subrayan estas enfermeras.

Varias sociedades científicas firmaron la ‘Declaración de Río de Janeiro’ en 2011 para declarar la prevención de las úlceras por presión como un derecho universal y hacer un llamamiento a todos los países sobre que “estas lesiones son un evento adverso y suponen una amenaza de primera magnitud a la seguridad de los pacientes en todos los sistemas sanitarios, sociales y en la comunidad”.