Lamentablemente, ha fallecido Natalio R., el trabajador que resultó grave en un accidente laboral, el pasado 7 de enero, en una obra del Ayuntamiento de Linares, a través del Programa Emple@ para mayores de 30 años. Falleció el pasado día 8 de mayo.

Natalio, de 55 años, era un parado de larga duración. Pertenecía a una familia empobrecida, de un barrio empobrecido, el de San José de Linares. Un trabajador con estas características accede a un trabajo de pocos meses y ve el cielo abierto. Lo fundamental para el es llevar un salario a su casa, Porque el trabajo humano es principio de vida.

Con este, ya son tres los accidentes mortales ocurridos en la provincia de Jaén, en lo que va de año.

Los militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y la Delegación Diocesana de Pastoral Obrera, en contacto con los familiares, les expresamos nuestro dolor y nos pusimos a su disposición.

Sabemos por experiencia, que la parte humana del trabajo, no la tienen en cuenta los empresarios, en general, sean del sector privado o del sector público. De haber sido así, este trabajador no habría muerto, debido a los golpes en la cabeza que recibió al caer desde algo menos de tres metros, pues sólo se le dotó de unos guantes y un chaleco reflectante, como equipo de protección.

Ante este tipo de accidentes, nos preguntamos: ¿Qué formación reciben estos trabajadores antes de ser enviados al tajo?, ¿se les informa sobre riesgos, procedimientos y equipos de prevención?, ¿qué vigilancia ejerce en este caso, el Ayuntamiento que los contrata? y ¿cómo supervisa este tipo de trabajos la inspección laboral?. En definitiva…: ¿qué grado de dignidad otorgamos a estos trabajadores, como sociedad, a través de las instituciones públicas que los contrata, y también de las que deben velar por su salud?.

Asimismo, denunciamos el hermetismo y opacidad de las administraciones tanto la municipal como la laboral a la hora de dar información sobre el accidente y mucho nos tememos, como ocurre casi siempre, que no se depuren responsabilidades, como no sea a través de procesos judiciales.

La Declaración de Derechos Humanos, en su artículo 23 dice:
“Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo
y a la protección contra el desempleo”