Sabíamos que este año iba a ser muy intenso en cuanto a elecciones se refiere y ya ha llegado la primera parte. Nos toca a los andaluces y andaluzas abrir fuego y ejercer nuestro derecho según nuestras ideas. El domingo votaremos, cada cual según su libertad, y a mí me da igual lo que cada cual vote, pero sí deseo que se sea responsable, que haya mucha participación, que la gente se manifieste en las urnas para que sepamos por donde andamos y luego poder hablar, porque hay gente que no vota y luego desprecia, hace ascos y con esa actitud se pasa la legislatura: protestando. Se haga lo que se haga se protesta y el que vota no protesta, el que vota anuncia, avisa, critica, opina, discrepa, acepta, dialoga, para todos, hasta para los que haya votado, pero en buena lid que es lo que se pretende. Por eso no sirve cabrearnos ni castigar ni abstenernos, el que lo dice todo es el voto, participando, hasta con los blancos y nulos se sabrá realmente dónde estamos y se podrá hacer una lectura con madurez de la situación, en caso contrario habremos desperdiciado una gran ocasión para expresar cómo estamos realmente y no pasarnos otros cuatro años elucubrando. Me frustraría mucho que al final del domingo me quedara como estoy.

No tengo ni idea de lo que va a resultar. Se dice que estamos empezando una nueva etapa, que ya los parlamentos no serán lo que eran, que habrá más variedad de partidos… Todo eso se verá después, espero, y correrán ríos de tinta y de comentarios para todos los gustos y a mí me parecerá bien aunque sí espero que sea para construir porque no estamos para muchas alegrías y hay muchas cosas que reparar, mucho por hacer. Es una gran responsabilidad y apelo a la sabiduría de nuestra Comunidad porque todos los ojos de España nos van a estar mirando este día y nos jugamos la madurez, así lo pienso. Y si avanzo más, creo que los resultados con respecto a los grandes partidos sí pueden ser extrapolables a las generales, lo que ya dudo es en cuanto a las demás Comunidades porque cada una tenemos nuestra idiosincrasia, nuestra historia y nuestros retos, no somos muy comparables porque cada cual lleva su camino y es lógico. En fin, ya veremos.

Yo lo que desearía, y lo repito, es que votemos como queramos pero que votemos,  y que el que gane o pierda lo acepte, que luego parece que todos ganamos y eso es una costumbre absurda y frustrante. Yo comprendo que nadie quiere bailar con la derrota pero ese día más que nunca hay que pensar que es lo que han deseado y demostrado los votantes. Hay que aceptar la derrota porque ésta también tiene sus bailarines, no hay por qué esconderse, hay que salir a la pista, porque nadie es tan feo ni tiene la panacea de toda la verdad. Todos merecemos bailar juntos, la música que nos engloba nos gusta a todos. Se merece que la escuchemos y sigamos construyendo, porque Andalucía es nuestra primera responsabilidad.

No podría decir más en esta jornada de reflexión tan esperada, no es cuestión de que yo me ponga a disertar sobre lo que no sé porque aún no se ha vivido y la verdadera encuesta es la urna. No es cuestión de palabras  sino de hechos y me gustaría que se tomara de una vez la sartén por el mango en el saneamiento de la democracia y se gobernara con justicia empezando por abajo, por el trabajo, por el estado de bienestar, lo demás después, o al menos sin olvidar lo principal.

Pues centrémonos en estas que pronto pasarán su protagonismo a las municipales, no nos va a dar tiempo ni a respirar pero también van a estar muy interesantes.  Un gran ejercicio de responsabilidad, madurez y adecuación a lo que nos importa. Al final ya hablaremos con perspectiva de todo un poco contando según y cómo nos vaya yendo, porque, no nos engañemos, a toda la ciudadanía, hayamos votado o no, nos va a afectar.