El pasado 29 de enero Linares28 se hizo eco de las declaraciones de la Delegada de Educación, Cultura y Deporte sobre el mantenimiento de la oferta de las dos líneas de infantil de tres años en el C.E.I.P Jaén. Ahora que se encuentra próximo el comienzo del proceso de matrícula, momento en el que las familias con hijos e hijas que llegan por primera vez a la edad mínima de escolarización, desde el AMPA “Opinión” de este centro queremos agradecer a la Delegación su apuesta firme por el mantenimiento de la oferta formativa en las dos líneas existentes. Las familias del centro de Linares e incluso del resto de la ciudad tienen a su disposición, un curso más, 50 plazas en un centro con instalaciones recientemente renovadas, con una plantilla de profesorado firmemente comprometida con su trabajo y, en suma, con un ambiente que las familias que ya tenemos el privilegio de disfrutar percibimos como ideal para la educación de nuestros hijos e hijas, un ambiente de r
espeto, rico y diverso, exigente en los objetivos docentes a la vez que tolerante en la aceptación de lo diferente. Tanto los resultados de las distintas pruebas externa como las felicitaciones que, año tras año, recibe nuestro Colegio por parte de los centros de secundaria adscritos, refuerzan nuestro convencimiento de que hemos acertado en la elección de un centro público para nuestros pequeños.

Sin embargo, también creemos que tanto la Delegación como, en último término, la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía deben sostener esta apuesta no sólo por este curso, sino en el medio y largo plazo, eliminando la incertidumbre sobre las plazas ofertadas en los centros públicos que el fuerte descenso de la natalidad impondrá en breve en la demanda de plazas escolares. En este sentido, se hace necesario que la Justicia se pronuncie lo antes posible sobre la continuidad de los conciertos con centros privados: estos centros han realizado una labor correcta, ofreciendo plazas extra en una época de un pico demográfico puntual, pero esa oferta no puede convertirse, en nuestra opinión, en un contrato de por vida basado en un mal entendido derecho a la elección libre de centro, sino que debe jugar un papel subsidiario que en ningún modo comprometa la continuidad de la oferta pública que toda familia debe tener garantizada.