O la comodidad, vaya usted a saber, que sí. El caso es que la igualdad, el considerarnos iguales en derechos y obligaciones, ha tenido una evolución, en la historia de los seres humanos, cuando menos complicada y hasta interesada, perversa, diría yo. Y me refiero, como no, a la igualdad entre hombres y mujeres, esa entelequia para muchos difícil de conseguir y que en la vida y en la convivencia actual todavía no existe.
Esto viene a “cuento” ante el día 25 de este mes que es cuando conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres por serlo. Lo llamamos violencia de género, término que no se acaba de comprender y que oculta una violencia poco reconocida hacia las mujeres por ser mujeres. Lo podríamos llamar violencia machista y así lo entenderíamos mejor, como también que la contralucha la podríamos llamar feminista, para acabar entendiéndolo del todo. Nadie tiene reticencias a reconocer que existe el machismo aunque sí las conserva todas para entender que exista el feminismo. Son dos conceptos que van encadenados y que mientras existan comportamientos de agresión machistas, van a existir comportamientos de defensa feministas. De cualquier modo, poca gente lo reconoce en sí mismo, poca gente llama a las cosas por sus nombres, pero que existen. Mucha gente, hombres y mujeres, sienten aversión a estas dos palabras. Los hombres, y algunas mujeres, por supuesto, que no se reconocen machistas. Las mujeres, y la mayoría de los hombres, que tampoco se reconocen feministas. Pero lo son, en ambos casos. ¿Tengo comportamientos y conceptos en los que se considera a las mujeres como que deben estar en segundo plano, sumisas, calladas, hacendosas, servidoras, en fin, inferiores? Pues esos y esas son machistas. ¿Tengo comportamientos en los que quiero ser igual, con los mismos derechos, que no consiento discriminación alguna por ser mujer? Pues esos, y esas, son feministas. Tan sencillo como eso y vamos a dejarnos de defenestrar palabras, que son las que son.
Todo esto que digo no tiene nada que ver en cómo cada cual haya consensuado su convivencia, qué roles hayan sido aceptados de mutuo acuerdo, que las mujeres hagan mejor las cosas a las que están acostumbradas y que los hombres, del mismo modo, desarrollen las capacidades que hayan ejercitado y todo para el buen fin de su proyecto de vida. Yo esto lo respeto mientras las mujeres no sufran y lo hayan aceptado. Y lo digo muy claro, esto puede armonizarse perfectamente. Yo me refiero a la convicción de que esto sea así por mandato divino o natural, por la diferencia física, o porque tradicionalmente haya sido así y esto provoque sufrimiento y tristeza en las mujeres. Me refiero a discriminaciones y aparheids predestinados, a considerar al hombre con más poder simplemente porque tenga más fuerza o un físico más dominante. Y es que nos olvidamos de la inteligencia y el sentimiento. No hay que tener miedo a que la inteligencia y el sentimiento estén en uno u otro sexo, o en ambos, todos y todas los tenemos, la diferencia está en la posibilidad de desarrollarlos, en las oportunidades para desarrollarlos, en igualdad, en el equilibrio de una sociedad que queremos sana dentro de una democracia real.
Porque el machismo existe. He llegado a pensar que el machismo es egoísta y cómodo y que sibilinamente se ha elevado a sí mismo a la categoría de autoridad. Se vive mucho mejor creyéndose la cabeza pensante, el poder dominante, quien recibe el mejor plato, quien firma los documentos más importantes, quien decide cada cosa. La calidad de vida de los hombres siempre es inmejorable incluso en casos de una vida precaria. Las mujeres hemos tenido mucha culpa de esto, lo reconozco, las mujeres hemos mimado a los hombres en un ejercicio de pura generosidad y aunque la generosidad viene de la inteligencia, no sé por qué, por el camino la hemos convertido en servilismo. Entre el que explica mal y el que entiende mal, al final nadie lo ha entendido o no quiere entenderlo. No es lo mismo dar a que te lo quiten, así ha evolucionado todo y cambiarían mucho las cosas si las entendiéramos en su justa medida. A lo mejor es cuestión de aprenderlo. Las mujeres damos por pura generosidad. Que los hombres lo reconozcan y no nos maten, no nos asesinen, no nos violenten, no nos desprecien, es lo que buscamos. Ya no se entienden las explicaciones, sólo queda decir que ante un machismo descerebrado tiene que seguir existiendo un feminismo constante. Y ahí estamos.
Ya van, como todos los años, 60 mujeres asesinadas y muchas más resistiendo, por el miedo y la precariedad, con una mala calidad de vida. Las mujeres nos merecemos una vida mejor, es una pena la vida que llevan la mayoría, las “con hombre”, y sálvese quien pueda.
Siento haber derivado este artículo hacia convencer en vez de vencer, hacia concienciar en vez de imponer, que lo podría haber hecho. Las mujeres somos el “botín” de todas las guerras, también de las “privadas”, las que nos tocan a nosotros, sí, en nuestra casa tal vez, sí. Y no quiero engañar, mi lucha está ahí, yo estoy por ellas, por las víctimas, que ya no están, y por las supervivientes, que valientemente resisten y poco a poco se rebelan. POR ELLAS.
Puntualizaciones sra. Rueda:
1. Con palabras se convencen a pocos seres humanos. Desgraciadamente con educación tampoco, mientras el sistema educativo siga siendo un instrumento del poder establecido (sea del signo que sea) Con leyes parece que a alguno más, sobre todo ejemplarizantes (veáse lo poco que costó poner en práctica la ley del tabaco, parecía que se acababa el mundo, y miren a hora). Penas durísimas para quién maltrate o asesine (violencia de «generos», en plural)
2. La actual ley no funciona, prueba de ello el aumento de víctimas; a cambiarla: Una ley dónde se compruebe con veracidad (más medios policiales, tecnológicos y peritajes) que el maltrato existe y se discrimine al agresor, dónde un testimonio aislado no permita encarcelar a un hombre, mejor poner vigilancia a la mujer, hasta que un juez determine lo que ha ocurrido. Igualdad de criterios judiciales a la hora de encarcelar o dar permisos carcelarios (yo no los daría a los asesinos, sólo a agresores y con extrema vigilancia). Asesino: 40 años de prisión sin posibilidad de revisión de condena. Mujer que ha mentido (pocas, pero sabemos que las hay): cárcel también. Imposibilidad de dejar criar hijos a asesinos. Y un largo etc. que está en la mente de todos y que no sería difícil consesuar entre «machistas» no violentos (según usted lo somos casi todos) y «feministas» defensoras-agresivas.
3. Presupuesto: Del capital acumulado por los corruptos, que puede que vayan a la cárcel, pero que sabemos no van a devolver un euro y de los propios agresortes.
Aclaraciones: Le puedo asegurar que, por fortuna, hay muchos hombres que no son maltratadores, ni siquiera machistas (y pueden sentirse un poco agraviados con las generalizaciones) y, muchas mujeres que sí lo son, porque además del modelo de imitación del varón (padre), la educaión materna es la que precisamente ha sido machista durante mucho tiempo, si es que no lo sigue siendo… Algunas cosas que digo no son políticamente correctas, pero no por ello no son dignas de reflexionarse.
Saludos cordiales.
Ad Contrarium, estamos de acuerdo, tiene tantas aristas este tema que complementarlo lo más posible, entre los hombres( que sé que todos no son machistas y los conozco) y entre las mujeres (que son muy machistas en su gran mayoría) es la única forma de ir avanzando algo. Es la educación que hemos recibido todos y todas, pero ante esto, ante la cerrazón, la ley, pero una buena ley y unos honestos y equilibrados jueces y juezas que la pongan en práctica. Queda mucho por hacer, pero, como yo digo, mientras tenga años por delante, yo voy a estar cumpliendo mi parte. Saludos.
Sra. Mercedes, no me gusta nada su artículo sobre el tema que tan repetitivamente toca en la mayoría de sus escritos. Generalizar es peligroso. No se puede trata y calificarr a los hombres como Vd. lo hace en general, casi dejando la remota posibilidad que exista alguno bueno. Creo, y se lo digo como mujer, que vive Vd. en una cerrazón y rechazo al sexo masculino. Ellos siempre son los malos. Debería ser más ecuánime.
Algunos son unos auténticos cab.. Pero todos los hombres, ni son maltratadores ni asesinos, ni todas las mujeres somos unas santas. Demostrado está, desde que el mundo es mundo, que el peor enemigo de una mujer es otra mujer, y puede hacer sibilinamente más daño que un hombre. Así como siendo mujer, no soy en absoluto feminista, pues para mí por encima de todo está la persona.
Coincido con el Sr. Ad Contrarium en todo lo que argumenta como respuesta a su escrito.
-Penas sumarísimas para violadores, pederastas, maltratadores y asesino, sin posibilidad de revisión, cuando sean reales.. Es curioso que la causa feminista que Vd. defiende, no tenga eco en la mayoría del 50% de” las políticos”, siendo mujeres.
-Parece ser, según lo que Vd. defiende, que ser mujer y feminista es un valor en sí mismo. Usted eleva a categoría de valor, algo que es simplemente normal y circunstancial. Para mí, la mayoría de las veces, el feminismo, cuando se exagera en palabras y obras, es en sí mismo un contra valor y peligroso pues rechaza de plano al sexo masculino, convirtiéndolo en algo abyecto. No olvide que las mujeres parimos también varones.
-También resulta curioso, cómo estos movimientos feministas radicales, han propiciado el abuso de muchas mujeres, con denuncias falsas. Si una mujer, falsamente (las hay más de lo que cree) denuncia en comisaría a su pareja, de seguro duerme el hombre en el calabozo, y luego el hombre a demostrar que ha sido falso, porque de entrada ya ha sido criminalizado.
-Cuando una denuncia falsa toma cuerpo de veracidad, ya, esa propia mujer, ha prostituido la Ley. Si un hombre denuncia algo real, respecto de su compañera, eso quizá pase al anecdotario policial y judicial y puede que le cueste demostrar la veracidad de su denuncia. Por desgracia hay bastantes casos de este tipo, además del trato judicial, a veces privilegiado para con los hijos de la pareja, siendo ella culpable de la situación.
-Por muchos de sus escritos la tengo por una mujer con cultura, una cultura que sin ánimo de ofenderle, debiese emplear en ser más objetiva en casos como estos. Saludos.
Mercedes, me ha gustado mucho el artículo, sobre todo por lo centrado y equilibrado en todos sus términos; me parece muy correcto que lo hayas enfocado “hacia convencer en vez de vencer, hacia concienciar en vez de imponer”, no es lo habitual en una feminista y eso me ha parecido importante.
A priori puede parecer dura la afirmación, “Las mujeres nos merecemos una vida mejor, es una pena la vida que llevan la mayoría, las “con hombre”, y sálvese quien pueda”, pero cuando analizas el entorno y ves la vida que llevan algunas mujeres, debido a que la situación de crisis en la que estamos inmersos, no les permite alcanzar una independencia económica y por lo tanto tienen que vivir bajo el mismo techo de un hombre que no las quiere o lo que es peor, que las desprecia y humilla, entonces te das cuenta que como bien dices “sálvese quien pueda”
A pesar de lo moderada que has sido en el artículo, sé que eres una persona coherente con lo que piensas y con lo que haces y esto te hace ser autentica y respetable, mucho más teniendo en cuenta, que en los tiempos en los que vivimos, esto no es tarea fácil.
Querida Margarita, yo soy la que soy desde siempre y no tengo nada que demostrar aunque sí mucho que aprender. El equilibrio es un péndulo que difícilmente está quieto aunque lo intentemos y unos estén más enervados que otros. Pero le digo una cosa, el que existan distintas opiniones sobre el todo o la parte de cada cosa no faculta para prejuzgar, ofender o menospreciar. Y no por mí, que lo tengo claro, por cada uno o una. Como usted muy bien dice yo sí escribo mucho sobre esto y sí soy feminista, sí que tengo mi compromiso antes con las mujeres aunque no infravalore a los hombres que me lo demuestran día a día, así que podría tener una idea más equilibrada, creo que no la tiene porque a usted le ha afectado, no como sentencia judicial, todo eso de las denuncias falsas y habla desde su experiencia y emotividad. Violencia no es sólo la física pero le puedo conceder que lleve razón en ese 0,016% de denuncias falsas. No voy a frivolizar con esto, deseo que pasado lo pasado la vida haya vuelto a su cauce y estén bien. Y saludos sinceros.
Mercedes, tú a lo tuyo, que eres una crack……No hagas ni caso a medias noches, habiendo noches enteras…….Como te dije en una ocasión, eres nuestra Emeline Pankhurst linarense……
Denuncias falsas, las hay en cualquier ámbito judicial o penal, pero resulta especialmente doloroso que ese aspecto se recalque tanto en este tema de la violencia sexista, y más viniendo de una mujer…..
Resulta obsceno, ni tan siquiera discutir sobre esto…….Ahí están todas las mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas……Es una simple cuestión estadística.
Sra. Mercedes, extraigo de su comentario la siguiente frase:
«sí que tengo mi compromiso antes con las mujeres aunque no infravalore a los hombres que me lo demuestran día a día»
Ahí está centrado mi comentario anterior a su artículo, pues como le decía en el mismo, ser mujer, por el mero hecho de serlo, para Vd. es un valor frente al hombre.La mujer, por ser mujer, no tiene que demostrar nada y en cambio el hombre sí. Mire, yo con tres hijos varones, antepongo los valores humanos frente a ese «ser mujer por la gracia de Dios»,frases que venían acuñadas en algunas monedas no hace mucho tiempo. Mis hijos, nuestros hijos, sí saben lo que es el respeto a una mujer, y han aprendido de nuestra mano a valorarla como un ser igual a ellos.
Vd. sin embargo, a la mujer ya le atribuye, por el mero hecho de serlo, un valor superior al hombre cuando dice que antepone su compromiso con las mujeres frente a los hombres, porque ellos sí que tienen que demostrar sus valores ante Vd. día a día. Eso no es ecuanimidad ni tener una visión objetiva de la vida.
Luego me habla de prejuzgar, ofender y menospreciar y la verdad, yo esto no lo veo por ningún lado en mi comentario. Saludos
Señora Margarita……….. Le deseo que su esposo la ame, la adore y la cuide……Y lo digo en serio………???????????_?????___?__?_???????????