Se quejaba desolado del grito frecuente “PSOE y PP la misma mierdas es” con el que repetidamente se topa en las movilizaciones a las que pretende añadir su apoyo ante tanta indignidad. Confesó que cuando la frase se repite mucho no puede aguantar y se marcha. Sabiendo nuestra común y antigua militancia en el partido de Pablo Iglesias, el tipógafo, nos miramos de manera expresiva en un silencio elocuente y dejamos el asunto. Supongo que mi amigo, como yo, en esos segundos de muda comunicación habrá rememorado escenas significativas que compartimos hace muchos años con desigual perspectiva y talante. Ahora, con el temple que dan los años, retomamos el laicismo como carencia esencial de la sociedad de hoy que creímos poder alumbrar entonces. Conversaciones tranquilas nos han permitido poner en común vivencias, lecturas y modos de pensar para entender mejor viejas discrepancias.
En mi caso tanto, que el escatológico dicho, me ha dado bastante que rumiar en cómo seguir esa conversación inconclusa. Es muy probable que él recuerde mi precoz abandono, antes del ochenta, y las discusiones de entonces y de ahora en que se entremezclan razones y hechos sobre la deriva democrática y ciertas corruptelas. Por mi parte, ahora entiendo muy bien su dolor al escuchar mancillado el pasado socialista de su sacrificada familia. ¡Cuántas y qué diversas son las pérdidas de ésa inmensa mayoría cada vez más desposeída ! ¡Qué cerca y qué lejos están al mismo tiempo tantas personas que -aunque en distinto grado y momento- sufren el mismo empobrecimiento, la misma desilusión, la misma impotancia y hasta el mismo miedo! ¡Tantas diferencias agigantadas entre las víctimas que no llegan a ser conscientes de que esta profunda estafa-crisis es su realidad social primera! ¡Qué fácil la descalificación del grito y qué difícil el diálogo crítico, compartido y emancipador!
Llegado a este punto, recuerdo al poeta que oportuno aclaró en su momento: Ojo con la mierda que hasta puede servir de abono. Sí, porque, empezando por el propio lenguaje, estamos rodead@s de demasiada mierda o basura. Para empezar no vendría mal recordar las muchas acepciones, además de la maloliente y útil materia, de dicha palabra. La encontramos como cagada o trabajo o plan mal realizado o chapuza. También como suciedad que impide vivir o hacer algo con dignidad. Se dice también de una persona despreciable. La podemos encontrar como sinónimo de borrachera, bodrio o fortuna. Así que, añadiendo precisión a nuestros lenguaje, análisis y ciertos lemas, tal vez nos desenvolvamos mejor frente a esa minoría que está provocando nuestra ruina moral, social, y económica. O de otra manera, hagamos menos cagadas.
Dejando el diccionario, pero buscando la misma precisión, tal vez nos convenga a mi amigo, a mí y al común de los mortales, ver si en la frase que nos ocupa encontramos alguna- aunque sea muy parcial- razón de uso. Por supuesto que, para la familia de mi amigo e infinidad de personas, la palabra socialismo significó y sigue significando luchar por la unión del pueblo trabajador para su emancipación, y si algún olor desprende es el de la dignidad. Otra cosa, bien distinta y maloliente, se puede decir de buena parte de la dirigencia que ha arrastrado y ensuciado lo que eran nobles conceptos y aspiraciones. De ninguna manera se puede decir socialista, pongamos un solo ejemplo, a un señor como don Felipe González que, en lo que hace a su retiro económico, tiene un comportamiento homologable al de don José María Aznar. Esto es, disfrutar -aunque se aburra- de un puesto bien retribuido en el consejo de accionistas de una empresa eléctrica, y dedicar sus ratos de jubilado a asesorar a otro destacado plutócrata de poderío mundial.
Así que, volviendo al berrinche de mi amigo ante la generalizada ofensa en ciertas movilizaciones, está claro que han de hacerse rectificaciones varias. Por un lado, han de denunciarse con más precisión aquellos comportamientos que envilecen hasta el lenguaje. Por otro, que no nos pase como a quien lavaba a un bebé, que corrió el rsiego de tirar a la criatura con el agua sucia. Para una y otra parte conviene recordar aquello de …quien se mueva no sale en la foto. Quienes sí conocen cuantos se apartaron con discreción, quedando en otros planos o yéndose de aquella foto, sí que deben aclarar el resultado del uso que se ha venido haciendo de aquella cámara. Cuánto por supuesto pragmatismo general o cuanto por el más execrable medro personal. Esa claridad ahorrará equívocos y restablecerá dignidades mancilladas.
No lo pillo.
Muy buen artículo, y escrito con mucho saber hacer. Espero que la mayoría de los lectores lleguen al trasfondo del asunto. Por mi parte, estoy muy de acuerdo con lo que entiendo quiere decirnos el señor Martínez Lara.
A mi entender, y a pesar de haber comprobado que «la mierda es siempre mierda», creo llegado el momento de apreciar que hay algunas «mierdas» que ahogan y que huelen más y peor que otras.
Saludos cordiales.
Muchos ancianos socialistas jubilados pululan en la actualidad por tabernas, residencias, parques y foros, pero en vida del dictador no había ni uno. Antifranquistas retrospectivos…desde 1978.
Y el texto es confuso, embrollado, pretenden barnizarse en «intelectualidad» pero es incapaz de abandonar la vulgar y malsonante escatología; quizás su más allegados lo entiendan, pero el común de los lectores, no.
No nos dejemos engañar por quienes abandonan el barco después de hundirlo ellos mismos y encima se las dan de víctimas culpando a no se qué extrañas conspiraciones.
También pululan por los foros algunos fascistas añorantes de tiempos pasados…..
Denoto, por tu primera frase, cierta nostalgia por una época en la que sólo algunos podían expresar sus opiniones- con bastante chulería por cierto- y campar a sus anchas, mientras que a los que te refieres en tu «intelectualísimo» comentario se les perseguía y encerraba por lo mismo (Quizá por eso, no los vieses en las tabernas)……
Está muy bien cachondearse del miedo que tenían los que no podían hablar…..Sigue así campeón – Tú y todos los «demócratas» que te votan a favor-…….
Muy bién, le felicito.
Sr. Vasili Grossman, ya que utiliza ese nombre, le voy a contar un chiste de mierda:
«Iban dos por el campo y uno le dijo al otro que no pisara la mierda con la que se habían encontrado. Despues de muchos dimes y diretes, sobre si era una mierda o no, y ya para asegurarse, se arrodillaron y uno después de otro, metieron el dedo en aquello, lo chuparon y concluyeron que efectivamente era una mierda…
De quien cree Vd. que era la mierda…. ¡de Rajoy!.
Que le vaya bien
Yo también pienso que el texto es confuso y difuso, como su trayectoria en la vida.
Pero lo que me sorprende, es que siendo Maestro jubilado, no se haya enterado que la «@» no es una letra y que la RAE aconseja no utilizarla.
Entre los ancianos anti-franquistas retrospectivos post-mortem Franco y los anti-franquistas ya nacidos en democracia no es de extrañar que el dictador muriese en la cama…de puro viejo.
Vasili,ya me dijo una vez alguien de tu partido que estáis unos cuantos que resfriáis al viento y que le hacéis daño a la gente centrada de vuestro partido. Y no se equivocó. Lee, Vasili, lee, que los libros son buenos pal celebro. Que tengas un buen día, fascistilla, que no aguantas un nido de avispas en la bragueta.
¿Qué significa democracia?
La palabra democracia se divide en: DEMO – CRACIA.
Según la RAE, la 1ª acepción de DEMO significa “pueblo” y la 2ª acepción significa “Versión demostrativa de un artículo (fundamentalmente informático) con fines de promoción”
Sin embargo CRACIA significa ‘gobierno’, ‘dominio’ o ‘poder’.
Por lo tanto la etimología de DEMOCRACIA, atendiendo a la 1ª acepción de DEMO significa “el poder en manos del pueblo”.
Yo creo que en España desde que murió el tito “PACO”, tenemos una DEMOCRACIA, atendiendo a la 2ª acepción de DEMO, es decir “Versión demostrativa del poder con fines de promocionales”.