“En un elitista y estricto colegio privado de Nueva Inglaterra, un grupo de alumnos descubrirá la poesía, el significado del «carpe diem» -aprovechar el momento- y la importancia vital de luchar por alcanzar los sueños, gracias a un excéntrico profesor (encarnado por el inconmensurable Robin Wiliams)   que despierta sus mentes por medio de métodos poco convencionales”.

Pues bien, hagamos una analogía con la actualidad política.

Podemos, surge del conocimiento universitario y que como el profe de Literatura Inglesa de la película, Sr. Keating  mete las gallinas en el corral a sus mandamases.

Es gracioso que muchísimos políticos, sin nacer de la élite del bien pensar y del bien hacer, de la voluntad de servicio a la comunidad, se sientan parte de ella, aunque sin la cultura y honestidad inherente a unos cargos de tal calibre.

El futuro de Podemos, no se sabe, pero lo que sí es cierto que su presente es arrebatadoramente peligroso para aquellos situados endémicamente, en el sillón de terciopelo que ejercen el pensamiento único.

A mi juicio, el éxito y auge de Podemos, ha estado cimentado en dos vertientes.  Una, el hartazgo del ciudadano, por la venalidad en los partidos mayoritarios. Otra, la visión de un rayo de esperanza de la población en un partido sin contaminar que ha obtenido votos desde el PP a IU.

Decir que el éxito de Podemos se debe exclusivamente a la fragmentación de la izquierda, es autodefensa y es no querer reconocer el fracaso de un gobierno, que ha hundido al país con la inestimable ayuda del PSOE.

Ha sido el voto del rechazo, a unos políticos llamados de la casta, que les jode ser llamados así.

Floriano no puede estigmatizar a otros, cuando su partido tiene realidades más que contrastadas e incluso peores que a quienes critica.

González, para mí, una enorme decepción, un hombre falso, que no puede anatemizar tampoco, cuando es un estómago agradecido a las grandes multinacionales por su empleo cuasi millonario por no hacer nada, así como Aznar. IU sin  llegar a las cotas de corrupción del bipartidismo, se deshace calamitosamente por su mal saber hacer y que como consecuencia de ello, está casi desaparecida por mor también de sus sillones.

Qué duda cabe de que este nuevo partido, tendrá convulsiones reflejadas en ansias de poder, de muchos que se subirán al carro para medrar.

La generalidad del ser humano es por tendencia sujeta de corrupción.

En ámbitos locales, Podemos ha nacido sin experiencia, que tendrán que ir adquiriendo con el paso del tiempo.

Pero la diferencia de 1978 con 2014, es que antaño ni había experiencia, ni nadie, que tras cuarenta años de dictadura, pudiese orientar a quienes se les había encomendado la función de gobernar. Entonces se hizo por ensayo y error.

Pero hoy, sí hay gente trillada, con experiencia, que ha sufrido sin medrar, sana, que de vuelta de todo, no tienen ganas de estar otra vez en candelero, gente que peina canas, que puede orientar a estos jóvenes con ansias de servir a la comunidad.

De todas formas, mi punto de vista, es que Podemos, acaso no sea la panacea, pero quizá merezca en el peor de los casos, darle una oportunidad, ya que los grandes partidos la tuvieron durante 35 años y no la supieron aprovechar. Quizá merezca la pena algo por venir, frente a lo conocido ya. Desde luego, un revulsivo social, sí que han  sido.

La derecha y la izquierda sociológicas, entraron en gobiernos de la nación, autonomías, ayuntamientos y sustituyeron el anquilosado modus operandi franquista del funcionariado, por el caciquismo pseudo progresista que ellos mismos ejercieron.

Muchos funcionarios de la dictadura, eran honestos y buenos profesionales y en lugar de apoyarse en ellos y servirse de su experiencia, fueron anulados por el concejal o el alcalde patatero de turno. No supieron hacer una limpia, es más, no quisieron, ya que estos políticos que gradualmente se fueron corrompiendo, vieron el Bálsamo de Fierabrás para hacer caja, ellos y sus lameculos pesebreros. Y de aquellos polvos, este lodazal en el que muchos se revuelcan para cura de su piel…  la piel de sus carteras.

Ya el periodista Hermann  Tertsch, suelta en Tele Madrid,  perlas como ésta:  «El señor Monedero y el señor Iglesias, en unas condiciones del año 36, me matarían a mí y matarían a mucha gente sin ningún problema…”

Yo a ti, querido imbécil, no te mataría, te daría un pico y una pala y a trabajar, para ganarte el chusco, porque… ¿Tú de dónde vienes? ¿Cuál es tu pasado y el de tu familia?  Vivir para oir