Cuando el domingo por la mañana sonó el tono de mi móvil; ese tono que ha cambiado la forma de comunicarnos y relacionarnos en el mundo entero, el temido whatsapp; mi sorpresa fue grande y captó mi atención rápidamente por dos motivos. En primer lugar porque no tengo normalmente activado el sonido de esta aplicación, y mucho menos en fin de semana. Por otra parte me sorprendió aún más que alguien me mandara un whatsapp al móvil del trabajo tan temprano en domingo.
La curiosidad me invadió y pensé quién podría ser. Cuando leí el mensaje mi asombro fue aún mayor. Una alumna del instituto donde, precisamente esa semana había estado celebrando una charla, dentro de las actividades que el centro ofrecía con motivo de la semana cultural. Había buscado información sobre mi, y había conseguido mi teléfono. Por un lado me alegré de que hubiera hecho ese esfuerzo, confiando en que yo la podía ayudar. Sin embargo también me entristeció mucho volver a comprobar las grandes carencias que presentan nuestros adolescentes en lo que respeta a su educación y salud sexual. Este hecho tan fortuito e inesperado me volvió a enfrentar con la realidad. En mi opinión estamos siendo muy negligentes en torno a la educación sexual de nuestros jóvenes y poco coherentes. Por un lado parece que constantemente les invitamos a vivir su sexualidad, pero sin haberles dado primero unas nociones básicas de lo que supone vivir una sexualidad sana y responsablemente. Es muy triste que en pleno siglo XXI en la era de las tecnologías y del conocimiento accesible todavía nos cueste tanto formar, expresar, enseñar todo lo referente a la sexualidad humana. Traté de aliviar sus preocupaciones y resolver sus dudas en una pequeña conversación por whatsapp y le intenté trasmitir lo que me parece que debe ser el ABC de nuestra sexualidad. Cada uno somos responsables de nuestra apropia sexualidad, no podemos dejar que nadie decida por nosotros sobre lo que es parte de nuestra propia responsabilidad, y mucho menos, correr riesgos innecesarios incitados por los demás.
Son en cierta medida estas cosas las que hacen que me ilusionen propuestas como la que desde la dirección de este periódico me ha llegado para iniciar este espacio, donde, con cierta periodicidad, vamos ha intentar aprender a disfrutar y disfrutar aprendiendo sobre sexualidad humana y la psicología. Llamando a las cosas por su nombre y siempre desde el sincero convencimiento de que es mucho lo que podemos aprender juntos.
Este será nuestro espacio donde intentaré recopilar los últimos descubrimientos en sexualidad y psicología humana, donde expondré consejos sobre como vivir y expresar nuestra sexualidad, alejándonos de los mitos y mentiras que envuelven al sexo y a la sexualidad, todo con el mayor rigor científico.
Os invito a este vuestro espacio, “Hablando de sexo”
Bienvenida Carmela a este espacio de comunicación. Estoy de acuerdo contigo, será un espacio muy interesante y necesario, hay que buscar nuevos caminos y a ver si en este nos entendemos. ¿Existirán los antisistema también el el sexo?
Espero y confío que este sea un espacio de encuentro para personas curiosas y en constante crecimiento, pero como todo en la vida, puede que haya quien no tenga interés en estos temas y que no le parezca necesario. Gracias Mercedes por tu cálida bienvenida.