La comisión técnica de violencia, presidida por la concejala delegada de igualdad, Carmen Domínguez, y de la que forman parte miembros del la UPAP -Unidad de Protección a las Víctimas de Violencia de Género-, de la Policía Nacional, PROMUPOL, Servicios Sociales del Ayuntamiento de Linares, responsables de Distrito Sanitario de Linares y Hospital San Agustín, además de la asesora jurídica y la psicóloga del
CIM, se reunieron en el día de ayer para coordinar y valorar todas las acciones que desarrollan las diferentes entidades en el cumplimiento y aplicación de los protocolos aprobados en el Plan Integral de Violencia de Género de la ciudad de Linares.
En la reunión los distintos miembros han informado sobre la marcha estadística. La misma refleja el momento actual de la lucha contra la lacra social de la violencia de género, entre lo que cabe destacar que se mantiene el número de denuncias pero disminuye el órdenes de protección por razones que se están investigando pero que de momento se desconocen. Este hecho preocupa a los agentes y técnicos que trabajan directamente con las víctimas. Del mismo modo se abordó el aumento del número de menores derivados al proyecto ALBA de atención psicológica a menores víctimas de violencia de género.
En otro punto se concretó la conveniencia de desarrollar una acción formativa dirigida a profesionales, cuerpos de seguridad y personal técnico sobre el ciberacoso y violencia en las redes, que tendrá lugar en noviembre.
A lo mejor algún día nos damos cuenta que esta lacra social no se ataja con medidas represivas especiales, si no que es una cuestión de educación, sobre todo de la familias. La impresión que dan estos asuntos es que se ha llegado a un ‘nivel mínimo’ que no se va a poder disminuir. Me gustaría que se presentase una estadística real y con todos los parámetros medidos, sin buscar lo políticamente correcto. Que se verdaderamente se crease un perfil del agresor, fuera de que sea un borracho o un drogadicto o cualquier dato evidente. La única manera de medir en que situación nos encontramos es trabajar de una manera escrupulosa y precisa sin tener que estar pendiente de lo ‘políticamente correcto’. Por cierto, al hilo de esto creo que sobran estas comisiones políticas con el único fin de salir en la foto y hacerse icono de la gestión política de la igualdad y violencia de género en Linares (que por cierto, es un verdadero fracaso). Hacen falta más técnicos (de los de verdad) que trabajen en buscar soluciones reales y menos políticos que sólo miran su rendimiento político y electoral y, claro, así ni solucionan nada, ni se sabe si pretenden solucionar algo..y es que entonces se les acaba el rollo.
Realizar un perfil correcto del agresor es una tarea bastante imposible no por medios materiales, sino políticos : el 40% de las víctimas de este tipo de violencia son hombres… y sin contar los numerosísimos casos existentes entre parejas de gays y lesbianas ( una tragedia silenciada y escondida). A eso hay que sumarse las cada vez más numerosas capas de población de origen extranjero provenientes de países totalmente diferentes a la cultura occidental donde ejercer este tipo de comportamiento contra mujeres y niños es algo no sólo socialmente aceptado entre ellos, también recomendable cuando no obligatorio.
Es por eso que todas estas asociaciones y medidas son una simple comedia cuyo único fin es conseguir medidas político-económicas.