Continúan pasando los días de esta accidentada campaña electoral. El artículo de esta semana lo voy a dedicar a las políticas de la Unión Europea.
Pero antes de comenzar quiero reafirmarme en mi decisión de no responder a mis lectores, si bien, como siempre les leo y reflexiono sobre sus aportaciones. Por ello, he de reconocer que efectivamente existe en estos artículos sobre la Unión Europea un punto de ingenuidad y de esperanza. Yo pertenezco a ese grupo que el otro día Felipe González llamaba “Europeistas” de hecho, esa fue mi especialización académica. Sin embargo o precisamente por ello, sigo creyendo que el mensaje de 1951 y de 1957 sigue estando vigente quienes no lo están son los gobiernos de los 28 estados miembros. Estos a fuerza de renacionalizar competencias, que en su día se cedieron a la Unión Europea y de mentir … bueno vamos a decirlo de otra forma que sea más políticamente correcta … de contar medias verdades a sus ciudadanos han encontrado un chivo expiatorio para sus culpas y la excusa para llevar a cabo medidas contra sus ciudadanos que, de otra manera, serían impensables.
En fin, hoy toca hablar de las políticas europeas y de su repercusión en nuestras vidas. Comenzaré por decirles que derivan de cuatro libertades de circulación: la de personas, servicios, mercancías y capitales. En realidad se trata de cuatro ámbitos en los que los estados miembros se pusieron de acuerdo para ceder a esta organización internacional parte de su soberanía. De estas libertades que se consideraron básicas para poder poner en marcha el “mercado único” derivan la mayor parte de las políticas de la Unión Europea. Y si quieren, les propongo hacer un ejercicio de investigación, ir al sitio de la Unión Europea y asomarse a los temas en los que está interviniendo la Comisión, el Parlamento y el Consejo. Yo ahora les nombro tan sólo unos cuantos ejemplos de las que me parecen más relevantes en nuestras vidas, en nuestro día a día, el empleo y la política social, la fiscalidad, a través del IVA, la agricultura, la ganadería, la cultura, la investigación e innovación, los transportes, el medio ambiente, la defensa de los consumidores … .
Todas estas políticas influyen en nuestra vida, las políticas activas de empleo con programas de formación y empleo, las normas que protegen nuestro medio ambiente, las reclamaciones que como consumidores hacemos, las autovías por las que viajamos, las infraestructuras de depuración de nuestro agua, la protección de los agricultores, … el fomento del multilingüismo, las becas para poder estudiar o trabajar en otros países aprendiendo sus idiomas y conociendo su cultura. Esto es la Unión Europea, o … es lo que debería ser.
Sra. Isabel, me gustaría que nos comentara que papel juega e Banco Central Europeo en todo el entramado de la CE, cuando este tiene vida propia,( no está bajo el control del Parlamento europeo) y no financia directamente a los Estados miembros, sino a trabes de la Banca privada, con intereses muy abusivos.
Se aplica primero la Banca y los Mercados y el pago de su deuda ( modificación del articulo 135 de nuestra Constitución) y después todo lo demás. Algunos pensamos, apostamos y vamos a votar para que se cambien estas reglas de juego, fracasadas y que tanto sufrimiento están infligiendo a las poblaciones especialmente a las periféricas, cambiando el sentido, primero las Personas y su bienestar y todo lo demás a su servicio. Es posible no es una quimera, la inteligencia y los sentimientos mas nobles y solidarios mas pronto que tarde lo harán posible. Por cierto la abstención no cambia nada de lo que hoy hay, y en el supuesto de que esta fuese muy mayoritaria ¿quien la gestionaría? (mas de 50 organizaciones las reclaman de muy diverso espectro), habría que de nuevo votar, para averiguar quien la representaría.