Parece mentira, pero ya está aquí, ya ha llegado, el día 25 de de dos años ¡Tenemos elecciones!. Volvemos a estar en campaña electoral o … ¿no?.
En estas elecciones al Parlamento Europeo TODOS, políticos y ciudadanos, estamos ansiosos por escuchar a los candidatos sus opinionessobre la Unión Europea, por conoc er los programas electorales que van a defender en ese Parlamento o … ¿no?.
La verdad es que cuando veo el tiempo que se dedica en los telediarios o en los periódicos a la Unión Europea y a las elecciones a su Parlamento, cuando compruebo que éste es un tema sino residual casi. Entonces dudo de si realmente nos encontremos ante un periodo electoral o, para ser exactos, preelectoral.
Cuando nos referimos a la Unión Europea seguimos hablando de “Europa”. Es como si todos pensásemos que Europa y la Unión Europea fuesen lo mismo. En realidad, son diferentes, Europa es un continente compuesto por numerosos países. Sin embargo, la Unión Europea es un “Club exclusivo de países”, en el que para ser miembro, además de otros requisitos, tienes que estar en el continente europeo o … ¿no?.
Los españoles somos europeos desde … siempre, ¡Menuda obviedad! Y pertenecemos a ese Club, tan exclusivo, como miembros de pleno derecho desde 1986. Por ello resulta cuando menos curioso que 28 años sespués sigamos escuchando todos los días en los medios de comunicación y en boca de nuestros políticos cosas como que los jóvenes españoles se ven obligados a emigrar a Europa para poder encontrar trabajo o que desde Europa se le dice o se le obliga a nuestro gobierno a hacer tal o cual cosa.
Pero ¿qué es la Unión Europea en realidad? y ¿por qué son tan importantes estas elecciones?. En las próximas semanas hasta el día 25 voy a intentar explicar lo que yo pienso al respecto.
Hoy creo que para empezar por el principio tengo que explicar por qué para mí son tan importantes estas elecciones. En la Unión Europea las cosas funcionan de una forma peculiar y aunque existe un Parlamento elegido por la ciudadanía europea, las decisiones se siguen tomando en los Consejos (que hay varios) en los que se sientan los ministros de los veintiocho países miembros y son por tanto, los gobiernos y las alianzas entre gobiernos, los que deciden sobre nuestras vidas. Aunque el Parlamento puede en algunas cuestiones parar o modificar las decisiones de esos Consejos. Por ello, es en el Parlamento donde la ciudadanía tiene, cada cinco años, una oportunidad de poner un contrapunto a este poder de los gobiernos con su voto.
Así pues, el día 25 voten lo que quieran pero desde luego ¡VOTEN!.
No debemos olvidar que en nuestro sistema democrático si de 47 millones de ciudadanos con derecho a votar sólo votan 30 ciudadanos, serán ellos los que decidan cómo serán las vidas de los otros 47 millones. Y si están indignados y quieren demostrar que están en contra de este sistema de decisión o de elección, estupendo, háganlo pero busquen otra forma de demostrarlo porque mientras no exista un cambio en la Ley, si yo no voto, otro decide por mi y, al menos yo, … no estoy dispuesta a permitirlo.
El parlamento europeo es el parlamento de la Srta. Pepis. Una especie de brindis al sol que nos damos los europeos para auto engañarnos, y que nos cuesta un huevo a los contribuyentes, los que contribuyan.
Hubo un tiempo haya por los setenta en que el europeísmo arrasaba empujado por el incuestionable éxito económico que supuso la Comunidad Europea del Carbón y del Acero; no estamos en la tesitura de los 70 ni de lejos.
Las comunidades ricas no quieren convivir con las pobres, este estado de ánimo lo llaman patria. La patria es un recurso antiguo de los poderosos, una especie de efecto secundario que surge espontáneo cuando al rico le tocan la pasta: les tocan el bolsillo y sube la bandera. En España se insiste, con la inestimable cobertura de ésta izquierda choriza y beoda que nos ha tocado en cruz, de las múltiples patrias de las que disfrutamos en nuestro propio país, y de lo conveniente y progresista que resulta dar la espalda a las comunidades más pobres (un tesoro la progresía ibérica). Esto a nivel estado, a nivel continental y por el mismo motivo, noruegos y suecos no quieren saber mucho de europeos unidos, los finlandeses se lo piensan, y holandeses y austriacos están hasta el gorro de pigs.
En realidad Europa, como institución, tiene poco recorrido. Una pena para ciudadanos como los griegos, o los españoles, que hemos robado a nuestros socios lo que no está escrito. Esos chalets que se han comprado sindicalistas, políticos y entorno con las academias de formación pagadas con fondos de la UE, la de jamones pata negra que habrán salido de ahí. Esa autovía Jaén-Granada que a los dos meses de inaugurarla se deformaba como si fuese de plastilina, los buenos maletines y chalets que habrá dado… como esa 100, imposible sin Europa. No es de extrañar que los políticos sean los únicos que se esfuerzan por recordarnos Europa, son quienes más tienen que perder.
Decía anoche el ex del PP y actual del partido ultraderechista Vox a las europeas Vidal Quadras en la tv La Sexta que 6.000 euros al mes (más gastos extra) no era mucho salario, pues debía estar en Bruselas 3 días a la semana y que en una empresa privada ganaría mucho más. No sé si el pobrecito es corto o es que nos cree cortos al pueblo español. Lo que no dijo es si encontraría empleo alguno en una empresa privada sin que le exijan productividad y beneficios. Es vergonzoso que la sensación que ofrecen algunos diputados/as es de una inutilidad asombrosa y que el beneficio es solamente para su casa. Europa (Alemania concretamente) prestó dinero a los bancos y cajas españolas y ahora el Pueblo debe devolverlo a un interés extraordinario, el resultado es que el país tiene el mismo dinero que debe y al diputado le parece poco su sueldo público para arruinarnos. Digamos que el sistema es una locura intragable y que al Estado el pueblo español le importa un comino. Soy partidaria de votar y jamás votaría a alguien que diga que 6.000 euros al mes de dinero público es poco sueldo, pues si esa persona considera que es poco y no defiende que la clase obrera con 400 euros al mes no puede ni respirar, esa persona no se representa sino a sí misma y a quien le ordena que en España sigamos en la ruina económica y social con el cuello bajo el pie. Luego está Cañete, del PP, el que dijo que no pasa nada por comer alimentos caducados y que los insectos es una dieta saludable y barata. Y el rey viajando alojándose en hoteles de 12.000 euros la noche a cargo público. Es una pena que no oculten al menos toda su despreocupación en sus cargos públicos y encima pretendan ser comprendidos. Hay que votar y procurar tener unos dignos representantes y no la farsa -cara- que padecemos.
No me quiero pasar de listo, pero me suena mucho ese discurso catastrofista y esos descalificativos globales a la izquierda y a los políticos en general y sindicalistas en particular, ( paso previo a la espera de «un salvador») y al fin, que siga ganando el PP y el bipartidismo. Aunque te pongas sombrero se te ve el plumero Manuel.
Al Wendy este, lo que pasa es que, seguramente, estudió en la «Paco Marhuender Schooll»……Y estará,a buen seguro,haciendo oposiciones para ver si consigue una columnita semanal en «La Razón», periódico, por otra parte, objetivo e independiente donde los haya, jajajajajajajaja………..Algunas líneas editoriales de ciertos periodicuchos, se han convertido en auténticos dogmas de fé para ciertas personas, cuyo coeficiente intelectual debe ser parecido al de Carlos «premio Nóbel» Floriano, Mª Dolores «finiquita» de Cospedal, o Cristóbal «Al Capone» Montoro……..Por poner tres ejemplos al vuelo, jajajajajajjajajajajajaj……..
Saludos revolucionarios, compañero…….Espero haberte sacado alguna sonrisa cómplice……
Europa no es la Europa de los pueblos, sino la de los corruptos, chorizos y mangantes y de la banca, como ocurre también en España.
Por eso, coincido totalmente con Isabel Estévez, en que es necesario el voto de la mayoría que no estamos salpicados por la hediondez de la indecencia. Puede que el partido PODEMOS, nos adelante por la izquierda y nos sorprenda con un gran sorpasso.