Los centros sanitarios jiennenses han realizado un total de 58,2 millones de recetas electrónicas desde que se pusiera en marcha esta herramienta a nivel regional en 2003 y hasta la actualidad, lo que ha permitido ahorrar un 15% de consultas en los centros de atención primaria y ha evitado los desplazamientos correspondientes a los usuarios, fundamentalmente a aquellos que padecen una enfermedad crónica, según los datos aportados hoy por la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio.
En la provincia de Jaén, el pilojate de la receta electrónica comenzó en el centro de salud de Mancha Real, en 2004, gracias a la colaboración de los pacientes de este municipio y a los médicos del centro y oficinas de farmacia existentes en la zona. “Andalucía fue la primera comunidad autónoma, en colaboración con el Consejo Andaluz de Farmacéuticos, en poner en marcha la receta electrónica y la que tiene actualmente más desarrollada esta herramienta, que conlleva numerosas ventajas para profesionales y usuarios” ha destacado la delegada territorial, Ángeles Jiménez.
Además, Jiménez ha reconocido “la importantísima colaboración de los profesionales y pacientes que participaron en las fases iniciales de este proyecto y la labor de las oficinas de farmacia que ha permitido desarrollar este proyecto y situar a la comunidad andaluza en la vanguardia de la innovación sanitaria”.
La principal ventaja de este sistema de prescripción y dispensa-ción electrónica es que evita a los pacientes, especialmente a aquellos que tienen una enfermedad crónica, tener que acudir a su médico sólo para que se les expida las recetas de continuación de sus tratamientos.
En un único acto, el médico puede prescribir los fármacos que estime necesario y en la cantidad que el usuario necesite para cumplir la pauta y duración del tratamiento. Los medicamentos más con-sumidos han sido antihipertensivos, medicamentos contra la úlcera péptica y el reflujo gastroesofágico, analgésicos, antipiréticos y an-siolíticos.
“Se estima que la receta electrónica ha permitido reducir en un 15% el número de consultas atendidas en atención primaria, lo que conlleva además que los profesionales médicos dispongan de más tiempo a la atención sanitaria y se reduzca el tiempo destinado a las consultas de renovación de tratamientos o expedición de recetas”, ha enfatizado Jiménez.
La receta electrónica permite también a los usuarios con tratamientos prolongados retirar los fármacos prescritos en cualquier farmacia andaluza sólo presentando su tarjeta sanitaria. De esta forma, los usuarios tienen acceso a su tratamiento independientemente de si se encuentran en su localidad de residencia.
Copago de pensionistas
La receta electrónica permite, además, que los pensionistas jiennenses abonen únicamente el dinero que tienen establecido como tope máximo en el copago impuesto por el Estado y evita que tengan que abonar una cantidad superior a la establecida y luego reclamar su devolución. “En otras comunidades donde no está implantada la receta electrónica, los pensionistas tienen que pagar por todos los medicamentos retirados y después reclamar el dinero que sobrepase el límite que tengan establecido según su renta”, ha indicado Jiménez. En Andalucía, la receta electrónica permite identificar cuándo se ha alcanzado el tope establecido para cada pensionista.
Igualmente, la receta electrónica minimiza los trámites necesarios para el control sanitario del visado de recetas, ya que sólo es necesario este trámite cuando el médico instaura un nuevo tratamiento y esta autorización se prolonga para sucesivas prescripciones y dis-pensaciones.
La prescripción y dispensación electrónica constituye también una potente herramienta de seguimiento farmacoterapéutico. La receta electrónica posibilita una comunicación directa entre el farmacéutico y el médico que ha realizado la prescripción, de forma que el farmacéutico puede transmitir con agilidad aquellas observaciones o incidencias sobre el tratamiento que resultan importantes para la salud del paciente.
Además, cuando las causas asistenciales lo aconsejen, el farmacéutico podrá bloquear de forma cautelar la dispensación de una prescripción concreta. Esta suspensión siempre deberá ser validada o revocada por el médico prescriptor.
Ahorro y eficiencia
La receta electrónica supone, además, una importante medida de eficiencia. Los costes invertidos en la última década para el desarrollo de la receta electrónica se han elevado a 4 millones de euros, un coste que hay que poner en relación con los ahorros logrados para la sanidad pública andaluza y que sólo en sustitución de papel han supuesto 654.880 euros sólo en la provincia jiennense.
Gracias a la inversión realizada, la receta electrónica se ha implantado en el cien por cien de la red de atención primaria y en todos los hospitales del Servicio Andaluz de Salud. Actualmente, el 95% de las recetas que se prescriben son electrónicas.
El desarrollo de la receta electrónica y los buenos resultados obtenidos en la comunidad andaluza han sido reconocidos internacionalmente. De hecho, Andalucía lidera, dentro del proyecto europeo denominado epSOS, la línea de prescripción electrónica con el objetivo de que cualquier ciudadano europeo pueda adquirir los medicamentos prescritos en su país de origen.