Pues resulta que después de haber leído la semana pasada algunos comentarios a mi artículo sobre los deportistas, unos comentarios libres, por supuesto, mucho más libres que los míos que voy a cara descubierta, voy a seguir mirando para otro lado y no voy a hablar de Eres, ni de Bárcenas, ni de los sindicatos y sus comilonas o sus formaciones, aunque no haya que generalizar. Aunque no es fácil. No es fácil cuando una se levanta sobresaltada tras el estruendo que produce la caída de otra columna de nuestro estado de bienestar, como es la relativa a las pensiones. Pero que no, que no las van a tocar ni a congelar, que “sólo” van a desviar hacia la Seguridad Social nada menos que 33.000 millones de Euros que en varios años corresponderían a los pensionistas. Una lenta pérdida de poder adquisitivo de estas personas que, teniendo en cuenta lo que cae encima de sus hombros ahora, sí que va a empobrecer mucho más todo.
Así que hoy voy a hablar de sexo. ¿Os parece? Pero piano, piano, que no se echen las campanas al vuelo, porque el sexo tampoco es gratis, también está sufriendo sus recortes y también nos va a llevar al empobrecimiento del país. Todo va llegando.
Días pasados me encontré a una mujer que a la vez es madre y nada menos que de una adolescente con novio. Bueno, me encontré a dos. Una de ellas andaba por las farmacias como loca buscando anticonceptivos prescritos por la Seguridad Social porque no los había, ya los están retirando “poco a poco” de la gratuidad y no quedan. Y para un mes cuestan 15 Euros. Los preservativos también están por las nubes así que cada polvo como menos vale más de un euro, y ya me explico donde va parte de la paga. La otra madre se debatía entre lo que iba a hacer su hija: si dejar el tabaco o la píldora, las dos cosas no podían ser, pero el novio, que se decantaba porque dejara el tabaco, tan solidario él, ya se lo daba, porque fumaba y no lo tenía que dejar. Todo con él, que así están deshaciendo las jóvenes lo que hemos conseguido las mujeres con nuestra lucha en estos años. Pues así andaban las jóvenes inquietando y exigiendo a sus madres por unas cosas y otras. No se hablaba del sexo responsable ni nada parecido, tampoco de un placer saludable para el cutis, no, se tomaba como un derecho y una necesidad. Una exigencia. “Mamá por favor, encuéntralo y cómpramelo, patéate las farmacias de Linares, porque los 15 euros no hay quien te los quite o sino… ya verás”. Para mí está claro pero… ¡qué será ser madre!
Bien, a mí, aparte de estresarme un poco, casi me daba la risa, aunque me mantuve respetuosa, preocupada y empática. También liberada, para qué voy a negarlo. Al final, convinimos en que subiría la tasa de natalidad que es lo que se quiere, porque ya mismo tampoco hay aborto, cucha qué cosas; aumentarían los embarazos, que deseados o no ahí están; dejarían de estudiar aunque con la supresión de las becas a ver quien estudia ahora y menos las mujeres; las familias se tendrían que hacer cargo de una boca más… Ya nos veían como en cualquier país de África y eso, al parecer, alarma mucho. Que no, que ya no hay gratis nada y las pobres hijas estaban a punto de que se les mojara la muñeca de cartón que le habían echado los Reyes, los Magos digo.
En fin, han terminado diciendo que todo es una maniobra ideológica, un callejón sin salida al que nos están abocando en todo, no pastillas, no interrupción, no… nada, hasta en algo tan perentorio, no faltaba más. No nos dejan ni disfrutar de una conversación otrora tan hilarante y entretenida y, desde luego, habría que volver a los miedos, a las restricciones, a los dolores de cabeza, pero ya. Por supuesto que no hablaban de la responsabilidad de los hijos varones, ni de un sexo equilibrado, ni se acordaban de los gays que no tienen ese problema, mira qué bien. Estaría bueno que…
Y yo pensaba que esta marea crítica lo anega todo y, por supuesto, que acaba tocándole siempre a las mujeres más que a nadie, para que luego digan que no. Al final volvemos a la pata quebrada, cuidando a los hijos, incultas, hacendosas, amas de su casita, sin la formación y trabajo que les dé independencia… Sólo falta que vuelva la Sección Femenina para enseñar a hacer la canastilla… Que esa sí era gratis.
Las jóvenes de hoy en día no saben la estupidez que están cometiendo. Pero no escuchan, el amor que ahora es el sexo, la subordinación que ahora es no querer contrariar, planea de nuevo. Y eso sí que es una pena de país, no que yo mire para otro lado.
Lo que faltaba ya es que las píldoras para los que no usan condón haya que pagarlas con el dinero de TODOS. Menos demagogia.
Yo creo que después de 20 años que llevamos diciendo que el sistema de pensiones es insostenible, ya era hora de que se abordase el tema. Otra solución, para obviar el problema, sería pagar pensiones hasta la edad que en los setenta eran la esperanza de vida, que creo era de 68 años, y pasando esa edad te buscas la vida. O tocamos la flauta en el Paseo a ver si los árboles echan euros para esta finalidad, en fin, ideas, porque la izquierda berrear mucho, pero aportar soluciones para sostener el sistema de pensiones, ninguna, se comprende, están sólo para la fiesta y el despilfarro como hemos visto con ZParo, Griñan, y los nobles defensores de la clase trabajadora que se hinchan de gambas con el dinero de los parados. Unos dicen Arriba España, y otros Viva España.
En Arrayanes y en mi barrio, por poner ejemplos, la subida del precio de los preservativos iba a tener poco impacto, no hay más que darse una vuelta.
Creo que sería mejor que desaprecieran las pensiones, y la atención sanitaria gratuita y la seguridad social, y los trienios y las pagas extraordinarias, y que se cobrara por jornal echado cada día, así si te pones enfermo al día siguiente no habría que pagar baja alguna.
Incluso estaría bien la inyección letal voluntaria para todos aquellos pensionistas actuales que, al perder su pensión, no quisieran seguir suponiendo un gasto para sus hijos o para la sociedad o para la beneficiencia.
Pondría la escuela de pago, quién no tenga recursos para llevar a sus hijos al cole que trabajen más, que seguro son unos vagos y si no, que estudien sólo quienes tengan recursos, así funciona la naturaleza al fin y al cabo, la ley de la selección natural.
Así los gastos para el Estado serían mínimos, además, nos lo tenemos merecido por ser unos despilfarradores, vagos, malechores y unos cuentistas. Porque, la culpa de que los políticos sean corruptos, sobre todo los de izquierdas, es nuestra y sólo nuestra, por haber creído en la democracia (vaya un sistema obsoleto de gobierno) y haber confiado en que serían honestos y ya puestos, que se sigan suprimiendo libertades, ¿para qué queremos tanta libertad? Lo que tenemos que hacer es trabajar para las multinacionales y no protestar, y dejar que el patrón sea quién nos dirija, que para eso es el patrón…
Ah, y a tener hijos, como manda la Santa Madre Iglesia, ¿que es eso de tener sexo por placer?. Si es que tampoco nos lo merecemos pro haber sido tan malas…
Hay prácticas sexuales igualmente placenteras donde no es necesaria la penetración vaginal. Y el común de los ciudadanos no tiene la obligación de costearle los condones o píldoras a los demás. ¿Por qué nadie me costea mis vinos y copas?
El sistema de pensiones ideado por el franquismo no tiene futuro desde el momento que hay más viejos que jóvenes trabajando y cotizando. Y los anticonceptivos precisamente no ayudan a la natalidad.
Además que mas da, si al final acaban abortando de una manera u otra.
Más bibliotecas (la de Linares es una pena) y menos fornicar.
La solución es hacerse homosexual y, por supuesto con pareja única y fiel, para evitar enfermedades, así no será necesario ningún método anticonceptivo. Los hijos, que los tengan los inmigrantes…
….menos fornicar. Claro, como usted el código de barras hace siglos que lo tiene caducado, pues a aguantarse todo el mundo, y a la biblioteca a leer la enciclopedia Álvarez.
El problema, como casi todos los problemas de este país, es la educación. La falta de planificación familiar no se puede achacar al dinero, aunque hay que reconocer que este problema se da más en las capas sociales más humildes, que a su vez son las más ignorantes; si tienes para un litro de cerveza… o un paquete de Elixir, tienes para una caja de aniconceptivos y no me vengas con gaitas. Qué educación tiene una pareja de veiteañeros sin trabajo, sin vivienda, con dos hijos, el en la carcel, y ella preñada. Educación, Sres.
Menos fornicar y más cilicios, rezar y trabajar y por una educación servil y obediente al patrón, a las autoridades y a los designios de Dios…podemos seguir con el discurso casposo, no tienen límite. Felicidades Mercedes y Aterra.
Que tonterias hay que leer a estas alturas. No ya el articulo, si no los comentarios. Y yo que pensaba que todo esto ya estaba superado…hasta algunos se felicitan y todo.
Sra. Rueda, está claro, viendo el panorama que hay como respuestas a su artículo, que ni los adultos tenemos una seria formación en la sexualidad, para transmitir a nuestros jóvenes, porque creemos que lo sabemos todo, ni los adolescentes, la pueden tener, porque sus padres no han sabido dársela.
Y el sexo, la honradez y la decencia, son cosas tan raras, tan de otro planeta, que los padres no saben cómo encauzar a sus hijos.El sexo es un tema serio, porque después nos vienen los «balones» que ninguno de los padres deseamos. Pero bien, sigamos escondiendo la cabeza bajo las alas como el avestruz.
Luego, no critiquemos lo que hacen nuestros jóvenes. Porque somos una sociedad miedosa y enferma.
No exijamos a la gente joven, lo que ninguno de nosotros no hemos sabido darles.