Dejaré de escribir poesía,
y sabrás que fui sombra
en la distancia, mota de polvo
conteniendo un mundo,
dedos en tu pelo
sosteniendo un sueño,
pálpito de corazón,
compás y ritmo
de tu piel entre mis dedos.
Y si te preguntas, -por qué
dejaste de escribirme poesía.-
Sencillamente, le presté
mi mejor poema
al tiempo
y éste, no me lo ha devuelto.