Súbete a mi sueño niña
que te llevo a un lucero.
Una estrella que nos mira,
de pena llora y lamenta:
-“cuando llegue la madrugá
tu sueño termina y yo muero”.
Guardao tengo en mi pecho,
torrentes de delicias,
como tormentas los besos,
como susurros un te quiero,
y en mis dedos, mil caricias…
Súbete a mi sueño niña,
mi lucero es, el del alba,
que las estrellas se escondan
y difuminen sus caras,
por que despertaremos juntos,
con la luz de la mañana.