Ya veo que en Linares andan las cosas un poco revueltas y ya no digamos en España, sería para decir de todo y no creáis que no me apetece pero conociendo como es este tiempo que dentro de unos días ya agosto se convierte en un mes donde nada existe y encima se toman vacaciones los diputados nacionales y lo que pase en este mes pues a dejarlo para septiembre que más de lo mismo pero que te quitan de un plumazo las reservas de tranquilidad que se hayan adquirido esté una donde esté… ¡Uf! Me he dado cuenta de que lo he escrito de un tirón, sin comas ni nada, cosa que, como podéis suponer, me desestabiliza, pero algo ha debido pasar por mi cabeza para hacerlo así y para no engañar a nadie, lo escrito, escrito queda, que también soy capaz. Por esta vez.

Pues lo que quería es dejar de lado todo esto que nos esperará después, que seguirá igual, y hablar de otra cosa. Y se me ha ocurrido que nunca hemos hablado de la televisión que está bastante aburrida y no digamos de Canal Sur, que ayer mismo, en plena calima, había un reportaje de la nieve. Sin embargo no voy a ser yo la que me ponga a decir lo de la caja tonta y todo eso porque quien más y quien menos no sabe qué hacer si no le hablan, aunque sea a nuestras espaldas, y a mí me gusta la televisión, es un invento que me gusta, que me distrae, que me acompaña y que admiro. Como invento es genial, otra cosa es la utilización que hagamos de ella, los programas que haya, la gente que participa y todo eso que sabemos. A mí me gusta no demasiado rato y normalmente después de comer, que la comparto con la siesta, y por la noche, para relajarme del día alguna serie de polis, me encanta que pillen a los malos, o las tertulias, que según y cómo. No suelen gustarme los documentales de animales aunque sí los de historia. En fin, pero que ahora en verano no sé si es que la tengo más cerca o que la veo más, que el caso es que busco y busco y poco hay que llevarse a la distracción.

Me voy a referir al programa Sálvame, si no hablo de Sálvame me frustro porque me ataca, pero me mantiene anonadada. Yo comprendo que es una idea que distrae o que puede enganchar porque parece que se te meten en casa, pero que también es la fuente de todas las traiciones, tonterías, manipulaciones y vulneraciones de la formalidad, la intimidad, la dignidad y la palabra dada más grande que he visto, tal vez sea así el fenómenos televisivo pero no es serio. En ella se premia la deslealtad y por mucho que sea un espectáculo y fuera todo sea diferente, es un mal ejemplo. En ella por el dinero fácil se tolera todo y pasan por todo, y con la gente teniendo necesidad es algo que si es el signo de los tiempos apañados vamos.

Ahora llevan días y días metiéndose en la intimidad de la familia de la gran Rocío Jurado, que si levantara la cabeza se volvía a morir. Yo me estoy fijando en varios personajes. Por un lado lo mentirosa que es la gente, cómo manipulan la realidad; por otro lado lo idiotas que somos las mujeres que no mandamos a tomar vientos a la prepotencia y manipulación, lo siento pero tengo que volver a repetirlo, de los hombres que componen ese programa. Son bastante insoportables todos, de una u otra manera. Se aborta cualquier rasgo equlibrado, no hay manera de oír algo coherente. Pero eso es lo que vende y lo tengo que comprender porque ahí está.

De todas formas, pienso que en general la gente de a pie no somos así, hay más sentido de la realidad, las mujeres somos más coherentes, los hombres menos absurdos y la gente de alrededor con más sentido común. Menos mal que en este caso no es un fiel reflejo de la realidad, aunque me temo que hay de todo.

Television - Foto: USB (Licencia Creative Commons)

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