Desde el Frente Cívico Somos Mayoría queremos hacer un llamamiento a toda la población para comenzar a movilizarnos en post del repudio o rechazo de la deuda ilegítima. La deuda total del estado Español es impagable y está siendo utilizada por los Mercados, a través de los gobiernos, para aplicar políticas de austeridad que están empobreciendo a la mayoría de la población, mermando el mercado laboral, nuestra sanidad , nuestra educación y en general nuestro estado de bienestar. Pretendemos crear un frente mayoritario de ciudadanas y ciudadanos que ejerza la presión necesaria a nuestros gobernantes para que el Estado deje de pagar una parte de la deuda.

La deuda que tiene el Estado español la podemos dividir:

  • Por un lado, deuda pública: es aquella que el Estado contrae para crear infraestructura, pagar sanidad, educación, funcionariado, etc. Solo representa el 16% del montante total de deuda y es lo que deben las instituciones públicas como el Estado, las CCAA y Ayuntamientos
  • Y, por otro, la deuda privada que representa el 84% del total y está compuesta por:
  • -Deuda familiar: es el 21% del total y está contraída en forma de hipotecas y préstamos personales
  • -Deuda de bancos y entidades financieras: que representa el 32%
  • -Deuda de las empresas (principalmente del sector de la construcción): que alcanza el 31%

Por tanto, el problema de España no es la deuda pública, sino la deuda privada y, sobre todo, la de los bancos y las grandes empresas. Y es un problema porque el que avala esa deuda es el Estado. Es decir el Estado asume con dinero público, con el dinero del pago de nuestros impuestos, los problemas generados por las prácticas especulativas de la banca y las inversiones expansionistas de las multinacionales y grandes empresas españolas. Los bancos y grandes empresas solo tienen que preocuparse por ganar dinero ya que si se producen pérdidas es la ciudadanía quien las asume.

Nuestros gobiernos, el del PSOE en su momento y en la actualidad el del PP, para pagar la deuda optan por aplicar políticas de austeridad que sufre la población. Parecen no darse cuenta de que la aplicación de recortes sociales no está haciendo más que aumentar la recesión económica. Es la pescadilla que se muerde la cola. Al generar más paro, baja el consumo, se reduce la recaudación por impuestos y sigue aumentando la deuda pública, que además se dispara con los intereses que genera. Para pagar esa deuda vuelven a aplicar recortes, lo que produce otra vez un aumento del paro y un desangre progresivo de la población.

De ese modo y con esa espiral, el dinero que sale del pago de nuestros impuestos no está siendo destinado a aliviar la situación de emergencia social que viven multitud de familias españolas. Por tanto es una deuda ilegítima, ya que el gobierno contrata crédito para un destino ilegítimo, para pagar deudas antiguas privadas y lo hace implantando políticas que perjudican seriamente a los derechos económicos y sociales de la población. Al  ser una deuda ilegítima, el Derecho Internacional reconoce el derecho de los Estados a no pagarla, por ello no estamos obligados a devolverla.

Por todo esto estamos convencidos de la necesidad de  una auditoría ciudadana de la deuda, un análisis crítico de la política de endeudamiento llevada a cabo por los gobiernos. Es fácilmente comprensible que la deuda pública la tenemos que asumir pero, ¿qué hacemos con la otra parte de la deuda? Pues creo que la respuesta en simple: dejar de pagarla y dedicar ese dinero para inversión generadora de empleo y para mantener servicios a la comunidad.

Elena Infantes Castro

Foto: Images Money (Lincencia Creative Commons 2.0)

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