Templa la continua lluvia
el momento, los ojos atentos
en tus pechos; sal dulce
entre mis dedos.
Vagas formas sustituyen
mil imágenes; no mejor,
tu cuerpo, y los deseos
quiebran ante mis pensamientos.
No cesa de llover, e infinitas
gotas dan sentido a mi ventana.
Prietos muslos juguetean
con mi sexo, respiro
azul sostenido en el cielo.
Tus labios mojan de forma
tibia mi boca. Nuevas nubes
amenazan nuestro techo.