Cansada está la flor de esperar
ser regalo, su imagen fue fijada
en la eternidad de un lienzo,
y los pétalos doblados
por la imaginación del viento.
Tu destino fue soñado
para endulzar un amor,
con tu ofrenda, un te quiero,
sosteniendo una mirada,
de amor puro y sincero.
¿Se marchitarán sus pétalos
en el túnel del olvido?
¿Absorberán las brisas
sus colores y fragancias?
Reconstruiré esta flor
con el afán de mis palabras,
para que sientas su belleza
en el tiempo y en la distancia.
Como color, te gustará el del alba,
como perfume, el aroma de tu cuerpo.
En el regalo te envío mi mirada,
en sus silencios, mi amor eterno.
Un poema muy hermoso en el que me han impactado dos versos: «Reconstruiré esta flor/
con el afán de mis palabras». Lo he disfrutado lentamente. Un abrazo.
Gracias amigo Antonio, en esos dos versos está, todo el peso del poema.
Yo, humildemente añadiría que las últimas dos estrofas, necesitan la una de la otra. Sin ser cuartetos o cuartetas tienen su rima fonética. Es que necesariamente una te lleva a la otra. Bellísimo poema, sobre todo en un mundo en que es tabú manifestar los sentimientos.