Otra vez el lenguaje
de lo absurdo.
De nuevo gritan trabalenguas
con mal sonantes palabras
de mal olientes alientos.
Alientos hambrientos de qué,
¿más poder? ¿el poder? ¿la razón?
Claro, es que todo esto lo tienen,
lo tienen siempre, por que
ellos nunca mueren, siempre
están ahí, al acecho de que
hoy la plebe esté más o menos inquieta.
Ellos piensan: si protestan los callamos,
los embalamos y los enviamos
al infinito del silencio.
Pero no saben, que otros, otros
suspiran, conspiran; NOSOTROS
también somos inmortales, y seguiremos
luchando, desafiando el lenguaje
de lo absurdo, el lenguaje del poder;
la guerra entre el bien y el mal, ellos
disfrazados de bien, nosotros,
seguiremos asumiendo el papel del mal,
y algún día, arrebataremos ese disfraz,
desnudaremos su verdad que es MENTIRA,
renaceremos inmortales
sobre sus tinieblas, y habrá LUZ,
¿algún día?
Sí algún día.

El lenguaje del absurdo

El lenguaje del absurdo