Tempo I

Antes del verso
la oquedad del silencio:
boca que engulle el rosario y sus misterios.

Antes del silencio,
un páramo ahoga entre sus rocas
los vuelos del horizonte muerto.

Y antes, mucho antes
de abrir los ojos del sueño,
una nube bruñida,
atraía con su brillo a las jóvenes estrellas.

Aún es pronto para el verso,
rueda la tarde como un molino viejo
se desmorona el tiempo
se despeñan los sueños,
brotan rastrojos del seno de la noche;
gime agua el arroyo de lengua seca;
deja piedras en su lecho
y suelta su melena de espinos y quejas.

No hay nada que contar
salvo la muerte de la espiga
que los niños lloran
atados al carro sin pan.

Se estrella el hambre
en la almohada del amanecer
y muerden los dientes heridos
destellos de luna rota.

Estampan gritos las madres
en húmedos tabiques sin memoria
y muerden los dientes heridos
destellos de luna rota.

Busco versos de pan,
de paredes rezumando infancia
con alborada de escuela
y rimas de padrenuestro
que arraiguen eternamente
y para siempre en la tierra.

Foto:  The harvest moon – Jef (Licencia Creative Commons)