Siento frío, un gélido sabor
que retumba en la piel; tiritona
magnética que hace zozobrar
cada músculo de mi cuerpo.

Hace frío, un caótico frío,
que no calma esta gruesa prenda
invitada en mi cuerpo para la ocasión.

Absorbo el frío por mis ojos,
que exageran sensaciones
tan solo, por mirar aquellos témpanos
de agua paralizada de la madrugada.

Desecho el frío, el que no siento,
el eterno, ése, que no debe acudir
por ahora, ése por favor, que se desvíe
y tome una ruta más larga; para ese frío,
no tengo abrigo ni lo pretendo.

Padezco frío en mis despejadas sienes;
granizadas las ideas no pueden evolucionar
ni evadirse, tanto que esta frase quedará
en puntos suspensivos…

Suspiro frío, pues es lo que siento,
no le busques más explicaciones
a lo que una buena estufa podrá arreglar.

No escribo en este momento
de otra cosa, sólo del frío y es que lo tengo,
un frío profundo que me hace temblar.

Frío

Frío