Llevamos unos días del nuevo año y es obligado deseárnoslo no sé si feliz, pero sí un poquito mejor o que al menos nos enseñe a buscar el camino del encuentro, de la gratitud, de la valentía y de la libertad y coherencia interior. Antes de mirar para adelante en un nuevo año, para ser consciente de lo que se desea, es muy conveniente fijar nuestra vista en el que termina, porque seguro que ha tenido cosas buenas y gratificantes: estamos vivos y vamos a conseguir que estén vivos los que nos necesitan. Sé que 2012 ha sido malo pero, por algún motivo, me ha dado pena verlo marchar cabizbajo, despreciado, viejo y solo. ¡Qué breve es la fidelidad hacia quien nos ha ido regalando amaneceres y atardeceres! ¡Quien no ha tenido algo bueno y positivo para no dejarlo marchar sin darle las gracias! Se dirá que es raro personalizar un año, pero lo sería tanto como hacerle responsable de todo lo que nos ha sucedido. Así que dejémoslo en que un año es sólo eso, un año, una sucesión de días conducentes a aprender, cambiar, resistir, luchar, responsabilizar o responsabilizarnos y vivir.
Yo le doy las gracias al año que se ha ido, al fin y al cabo no ha tenido nada de anodino, lo hemos vivido conscientemente, día a día. Le doy las gracias por habernos abierto los ojos hacia la solidaridad, la lucha, también hacia la hipocresía y la corrupción. Le doy las gracias por habernos enseñado a vivir con mesura y disfrutar de lo que tenemos, por habernos regalado afectos y su capacidad para discernirlos, por hacernos olvidar lo superfluo y apreciar lo importante, por habernos despertado de un sueño construido con naipes inestables. Le doy las gracias por habernos preparado para otro, fajados ya en la contundencia de unos nubarrones que ya no nos van a pillar desprevenidos. Las gracias por poder decirle: aquí estamos ¿y qué?
Toca prepararse y que cada lucha, cada movilización, se deje de victimismos y estupefacciones. Ya no es pedir, ya es protestar y protestar. Y resistir. Y ganar. Hasta ahora no nos lo podíamos creer, ahora ya sí nos lo creemos y habrá que afrontarlo. Pero no me refiero a afrontar una unión que no existe, unos ideales pisoteados, ya sabemos qué se esconde tras lo económico: una ideología destinada a privatizar y desmantelar todo nuestra base de vida. Es la hora de ayudar a quienes lo necesitan, formar un relevo consecuente y para arriba. Juntos podemos.
¡Qué error están cometiendo…! No hay nada más triste que gobernar de espaldas a la ciudadanía, no nos sentimos representados, hablan y actúan por fuera sobre nosotros sin nosotros, como hablan los secuestradores, como si fuéramos “otros”, no nos hacen sentirnos parte. Bueno, pues que encima no puedan vernos caídos, somos díscolos por naturaleza, orgullosos y fuertes. Y no renunciaremos a ello. Es increíble todo lo que no se ha cumplido, la cantidad de decretos leyes, el no diálogo, más de 30, que se han emitido, las privatizaciones que habrá y los recortes y subidas que se avecinan. La mayoría absoluta es tan gélida, la oposición está tan desmantelada, tiene tan poca fuerza, los pequeños partidos pintan tan poco y los nacionalismos campan tanto por sus respetos, que con “ellos” no podemos contar. Ante esto propongo mantener la dignidad y luchar. Nosotros sí estamos y somos de sangre caliente, nos crecemos no digo ya ante la dificultad, sino más bien ante la injusticia. Puede que tardemos en entender, pero cuando entendemos, reaccionamos.
No me disgusta el 2013, en el terreno personal prefiero mirarlo positivamente, prefiero centrarme en lo que pueda manejar, mirar para mi interior y disfrutar de lo que tengo: familia, amigos y seguir escribiendo, que en eso no puede meter la tijera nadie. En el terreno social elijo seguir en la resistencia y en la unión, en ayudar y levantar a los que les ha tocado tener menos, para que cuando todo esto pase, que pasará, podamos mirarnos a la cara. Nada de conformismos. Ellos “se lo saltan”, dicen que es un año de trámite… ¡Ja! Veremos.
Y porque estoy segura de ello, sí os deseo, sin ambages, un Feliz año 2013. ¡Ánimo!
Merche, excelente artículo, del que me ha impresionado no sólo su contenido, sino la calidad literaria con lo que lo has enfocado.
Eso, tengamos ESPERANZA, de la que ambos sabemos mucho, así como de los fuertes reveses en la vida.
Para mí, en nuestra casa, han existido este 2012, dos puntos álgidos. Uno, el nacimiento de Helena y el otro ya lo sabes también…. de sobra. Pero eso, tengamos esperanza en cada día que amanece. Pero no una esperanza anodina, insustancial, insignificante, sino esa ESPERANZA en trabajar por cambiar este puñetero mundo, grano a grano, gota a gota, persona apersona, con fe, con amor solidario, hasta llegar a la «Partícula de Dios» que ha descubierto Higgs. Un cacho abrazo dosmiltrecero.
Sr Parrilla,me gustaría hacerle una recomendación sin acritud. ¿por que no se reúne con su «cuchipandi» en privado y sacan todos el botafumeiro para saber que buenos y guapos son?.
Discrepo una vez mas con Vd , pero eso es sano. Considero que la escribidora esta siempre con la misma historia y metiéndose siempre con lo mismo.
Ella podrá decir lo que le de la gana (ya vemos de que pie cojea) pero no tiene ningún derecho de meterse con los partidos nacionalistas, si campan o no con sus respetos no es la mas adecuada para decirlo, no creo que tenga el mínimo conocimiento.!ojala hubiese en Andalucía algún partido que se preocupase de las cosas de la gente que les vota,.
Me supongo que ahora me empezaran a caer las piedras,pero como dice un Santo muy recientemente canonizado, «no hagas casos de los perros que ladren por el camino, ignóralos».
Mi discrepancia no quiere decir que no aproveche para desearle toda clase de buenas cosas para este Año que acabamos de empezar.
Pues menos mal, Isabel, que al final nos desean «buenas cosas» y se lo agradezco. Y para que siga viendo de que pies cojeo, que hay más, por si no lo sabe, sé más sobre los nacionalismos de lo que usted supone, un poco más de lo mínimo: soy cántabra y sé muy bien lo que digo, o lo veo desde la vecindad y hasta la hemos sufrido. Hay vecinos que no te prestan ni la sal, aunque Dios me libre de pedírsela, elegí el sur y amo el sur, pero mi esencia es cántabra y la cultivo varias veces al año.
Y en cuanto a que la escribidora siempre está con lo mismo, lo mismo digo de la contestadora. Hay cosas que no cambian.
Ah! Y no sé quien es el santo que dice pero «algo parecido» decía mi Quijote, que no sé si el suyo: «¿Ladran, Sancho? Luego cabalgamos».
Sra Rueda sin entrar en polémicas solo le contestare a una cosa.
Esta temporada que estoy «en mi tierra» cada vez que veo la «alegría» en tiendas, bares, calle ect. , siempre me viene al recuerdo Linares, y la pena que me produce que no haya alguien capaz de solucionar los tremendos problemas por los que pasa Esa es la pena que me pues yo por familia política he conocido un Linares muy diferente y ojala volviese a serlo, por eso mi indignación muchas veces no se me entiende..debo tener la sangre mas caliente y me rebelo ante la apatía y las cosas que veo Seguramente también es un defecto no puedo con las personas «excesivamente conformistas.»
Le reitero mis buenos deseos de verdad, es libre de no aceptarlos.
La entiendo, Isabel, y eso es un comienzo. Es verdad lo que dice de Linares y es verdad que no es lo mismo el norte que el sur. Sí entiendo su indignación y hasta la comparto, pero yo ni he pensado «no poder» con la suya, cada cual tiene sus motivos. Mi «conformismo» viene de lo que ya no puedo controlar después de haber luchado por cada cosa que ha pasado en esta ciudad durante más de 50 años y haber decidido quedarme para seguir trabajando desde donde puedo. Claro que acepto sus buenos deseos y admítame usted los míos.
Sra. Mercedes Rueda: me encanta su artículo. Especialmente las palabras «resistencia» y «esperanza». Quién nos iba a decir que el «cambio» era este desastre, ni siquiera los votantes del PP se esperaban este caos, este abismo en donde la clase media y obrera se encuentra a diario, luchando para no morir de inanición. Con la resistencia, los Pueblos muestran su dignidad a pesar de la presión que ejerce el miedo, esa palabra que tanto gusta a la derecha. Y con la esperanza, efectivamente como usted dice, este tiempo es un tiempo que pasará, con la esperanza este Pueblo se mantiene en pie y se niega a caer, que es el plan que según vemos tiene el PP. A los que no conocen a la derecha les ha pillado desprevenidos. Eso pasa por no valorar bien cuando se dice «yo voto por ideología». Por supuesto que votar por ideología es básico para muchas personas y también un modo de que la política no te sorprenda con sus «decretos-leyes» insaciables de injusticias. España ha pasado un año 2012 que quedará en la Historia de los desastres, pero esta derechona se supera a sí misma diariamente, y en 2013 vamos a pasar las de Caín, porque la derecha española ha hecho de España un Abel muy golpeado. Nos queda, sin embargo y como dijo el poeta, «nos queda la palabra». Con la palabra todo Pueblo llega a todas partes por mucho que quieran silenciarla, porque está llena de resistencia y de esperanza. Estas injusticias por decreto ha unido mucho más a clase media y obrera, y no hay Pueblo que olvide a los políticos que los pretenden hacer caer muy cabizbajos por un precipicio, y sin embargo sus cabezas de poder sobresalen de soberbia y de cinismo, que es burlarse del Pueblo pero parecer que es por su bien. Le deseo excelente 2013 y que Dios nos ampare en este desastre social que en un año ha hecho más daño a España que en toda la historia de la Democracia. Salud, alegría y amor. Y a seguir luchando solidariamente con resistencia y con esperanza.
Sra. Isabel, noto que no le caemos bien ni Mercedes ni yo, pero eso no me preocupa, no podemos caerle bien a todo el mundo.
Por otro lado, yo también tengo «Camino» de Escrivá de Balaguer, un «santo» curioso por su desmedido afán de notoriedad y por su gusto por los títulos nobiliarios, como demostró en vida. Hoy el Opus es el dueño del Vaticano.
Hablando de Santos yo me quedo con Teresa de Calcuta, Vicente Ferrer, Pedro Casaldáliga, Oscar Romero, y muchos más de este estilo de vida. Lástima que los (Santos) Padres, de la (Santa) Madre Iglesia, encallaran la «barca espiritual» en las rocas del Antiguo Testamento, sin saber salir de ahí.
Le sugiero que lea la obra de Luis Carandell, tristemente fallecido, cuyo título es «¿Qué es el Opus Dei»?
creo que le aclararía mucho acerca de este tipo de personaje, de este «santo» Saludos.
Sr Parrilla , la gente a la que no se conoce no puede caer mi bien ni mal , precisamente por no conocerla. Yo solo puedo opinar de lo que veo (en este caso de lo que leo), y es la sensación que me da.
Siempre son palmadas en la espalda para quien Vd conoce y todo lo hacen bien. !que suerte tiene!.
Todos o por lo menos yo tenemos amigos con virtudes y defectos,y les queremos así, no tiene por que gustarnos todo.
No he hablado del Opus Dei,he señalado una frase que viene a cuento respecto de las criticas y opiniones insultantes que se me dan en este periódico simplemente.
Le agradezco la sugerencia pero creo que lo conozco suficientemente,por ser antigua alumna de la U.Navarra, pero yo también le puedo asegurar que cono en todo colectivo hay mucha gente que pertenece a el ,que son personas excelente,y ya como anécdota le diré que la persona que ha dado al parecer con el porque de los terremotos de Torreperojil es un profesor de dicha Universidad, cosa que a mi me alegra especialmente.
vuelvo a reiterar mi saludo y créame que es de verdad,no tienen nada que ver las discrepancias que se puedan con ser mejor o peor persona.
Sra. Isabel, acepto su reiterado saludo y la verdad en su intención. Discrepar es bueno siempre que se haga sin acritud. Felíz 2.013
Mercedes, según veo las cosas, creo que tu expresión: “Así que dejémoslo en que un año es sólo eso, un año, una sucesión de días conducentes a aprender, cambiar, resistir, luchar, responsabilizar o responsabilizarnos y vivir”, es muy apropiada, pues para mí la vida no es cumplir años y asignarles una etiqueta en función de lo vivido.
La vida es una trayectoria hacia un objetivo final o meta y teniendo en cuenta nuestro estado de ánimo o físico, vamos dejando huellas que definirán nuestra personalidad. Por eso debemos dar gracias no al último año vivido; sino al camino recorrido, que nos ha ido enseñando a ser más humanos, más solidarios y que debemos luchar ante la hipocresía y la corrupción.
El camino que me quede por recorrer no quiero que sea en vano, y para ello coincido con tu planteamiento: “prefiero centrarme en lo que pueda manejar, mirar para mi interior y disfrutar de lo que tengo: familia, amigos,…….”
Merche, como dice Pablo de Tarso: «Al final seremos examinados en el Amor» que completa muy bien Leonardo Boff : «Llegado el momento,Dios tomará nuestro corazón en su cálida mano y verá lo que hemos amado» Hermoso ¿no?.
Jerónimo dice «Por eso debemos dar gracias no al último año vivido, sino al camino recorrido» Creo que tú y yo estaremos en total acuerdo con él.
Me he quedado atónito…¿Será posible…?
http://www.indisa.es/frontend/indisa/noticia.php?id_noticia=44