Quiero acariciar tus mejillas
al amanecer, y acostarme en tu lecho,
para oír susurrar tus secretos en mis oídos
con el viento temprano de la mañana.

Quiero que tus campos me recojan
como recogen a las hojas caídas en el otoño
con su balanceo suave y colorido.

Ser parte del arroyo
deslizándome en sus cascadas,
romper en las rocas dividiéndome
en miles de gotas traviesas
que refresque tu hierba.

Quiero ser parte de tu alma
fundir la tuya con la mía
en el gran abrazo de la muerte,
para resurgir contigo mi amor,
mi Sierra, mi amada.

Amanecer en la sierra