“Si es cierto que la quieres; alza tu mano para una caricia, usa tu mente para realizar juntos un sueño, tu boca para un beso y tu voz para gritar, pero gritar te quiero.”
Lentamente ardía su alma
frente al espejo.
Morada la cara,
la mente perpleja,
la voz…satinada.
Lentamente ardía su vida.
Su perfume, el miedo,
su música, el llanto,
su pasión… una bofetada.
Lentamente sus sueños volaban.
Su esperanza la muerte,
su pecado, ese día…
la sopa un poco salada.