Hay muchas maneras de agredir a las personas y no necesariamente empleando la fuerza física.
Cuando soltamos una palabra a la ligera, sin pensar en las consecuencias que pueda ocasionar a los demás, demostramos lo irresponsables que somos en ese instante.
Una palabra puede hundir o levantar a alguien en un momento determinado. Por tanto, no debemos olvidar que “somos esclavos de nuestras palabras”, pues no podemos sino arrepentirnos de lo dicho y pedir perdón, pero la herida está hecha, y nos recordará algo desagradable que nos llenó de dolor.
¿Por qué no somos inteligentes y utilizamos las palabras para crear “vida” a nuestro alrededor, y no tristeza, sufrimiento y muerte en nuestras relaciones?
El ser humano ha nacido para amar y ser amado, no para hacer daño, pues proyectamos cada uno lo que somos.
El sentirnos amados y que le importamos a alguien es lo que nos da la felicidad.
Una actitud positiva ante la vida, nos abrirá muchas puertas, al tiempo que suscitará algún tipo de reflexión a los demás, la mayoría de las veces agradable.
¿Cuántas veces le hemos dicho a nuestra pareja, a nuestros hijos, a nuestros amigos/as lo mucho que los queremos? ¿Acaso nos da vergüenza mirarlos a la cara y decir: “Te quiero”? Sin embargo, no nos importa hacerles daño con nuestros “prontos”.
Si los padres, con lo que queremos a nuestros hijos, fuésemos conscientes del daño que les hacemos cuando decimos “eres un inútil, no sé cómo te he tenido, tú no eres como tu hermano/a, etc”, no haríamos este tipo de comentarios.
A veces, lo que es una tontería para nosotros, es algo importantísimo para ellos.
No perdamos la oportunidad de decirles hoy a las personas que nos rodean lo mucho que las queremos y lo que significan para nosotros, antes de que sea demasiado tarde.
Totalmente de acuerdo Sr. Sánchez.
Y no digo ya dar un abrazo, un beso o una caricia.
Gran reflexión para hoy día de Todos los Santos. Una palabra de aliento puede convertirse en la mejor compañera de viaje para todo el dia. Una reflexión llena de autenticidad. Enhorabuena D. Miguel.
Sr. Parrilla, perdone si me meto en lo que no me imprta, pero he observado que siempre que hace un comentario, sea de la índole que sea, aunque incluso fueran contradictorios dos de ellos, siempre tiene a dos lectores que opinan negativamente.
La verdad es que yo me lo tomaría a coña, a guasa, con buen humor. Pero me ha llamado la atención que no tengo por más que decirlo.
Y a esas personas, si son siempre las mismas, que reflexionen un poco, alguien no puede estar siempre desacertado o acertado, salvo que le asista el don de la infalibilidad (¿se dice así?)
Saludos.
Se ve que solo controla lo de su»amigo» somos mas de uno a los que nos pasa lo mismo. Pero como Vd dice da lo mismo.Hay una máxima de un Santo que dice «no hagas caso de los perros que ladran por el camino, desprecialos»
¿Celos?
¡Es broma!
A usted, Sra. Isabel, no la tengo conrolada, aunque creo que adopta usted una postura estética.
De todas formas, sus opiniones me merecen tanto respeto como las del Sr. Parrilla, o las de cuquier otra persona, no lo dude.
En la mayoría de los casos no suelo estar de acuerdo con usted; pero no suelo valorar sus opiniones en rojo (negativo); si quiere mi opinión sincera se la voy a dar:
Me parece que sus respuestas responden a un estereotipo de persona alineada (no he dicho alienada, no se confunda) con una ideología determinada (tan buena o tan mala como cualquier otra)
Si ha leído algo mío verá que intento opinar en función de lo que pienso yo, es decir, no me siento alineado con ninguna ideología ni poder alguno, ni digo lo que otros quieren que diga. Pero, esta es mi opción (que me suele crear más enemigos que amigos), no le pido a usted, ni a nadie, que haga lo mismo, cada cual debe decir lo que cree según sus convicciones.
De cualquier manera, no dude que si alguna vez alguien comenta algo suyo que me parezca injusto, lo denunciaré.
Un cordial saludo.
Vuelva a leer mi comentario. Yo no digo en ningún momento que me tenga controlada,todo lo contrario. ,
Como Vd dice opino lo que pienso,y desde luego a tenor de muchas contestaciones y muchas de ellas faltas de respeto, por no decir insulto (que ha habido mas de uno)..
Nuestras opiniones tienen mucho que ver con la vida, las vivencias y la formación que hayamos tenido cada uno de nosotros
Y respecto al ultimo párrafo le daré las gracias,Pero le diré que yo he denunciado mas de una vez, insultos muy duros de algún personaje y el digital ni ha retirado lo dicho, ni se ha molestado en contestarme.
Le vuelvo a reiterar las gracias,un saludo.
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En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Juan 1:1
Se vota en negativo hasta al Apóstol San Juan ¡aquí no se respeta ni Dios!
«¿Cuántas veces le hemos dicho a nuestra pareja, a nuestros hijos, a nuestros amigos/as lo mucho que los queremos? ¿Acaso nos da vergüenza mirarlos a la cara y decir: “Te quiero”? Sin embargo, no nos importa hacerles daño con nuestros “prontos” «. Esto es una verdad como una casa, lo difícil que es decir «te quiero» y lo fácil que es decir «tus mulas». Debe tener una explicación lógica, vamos, digo yo.