Las sierras y serranías andaluzas, han sido pródigas en bandoleros queridos por el pueblo llano en su mayoría, porque según se cuenta, robaban a los ricos para socorrer a los pobres y los pobres que socorrían eran en primera instancia, ellos mismos.
Entonces aparecieron El Tempranillo, El Pernales, Diego Corrientes, Luis Candelas, Parrón, Curro Jiménez, El Niño del Arahal, Tragabuches (éste último tremendamente temido en la Serranía de Ronda) que se comía todos los intestinos de un caballo, burro, vaca, en una sentada. Eso sí con su media arroba correspondiente de vino y tres o cuatro panes.
El bandolerismo en Andalucía, ha sufrido una suerte de evolución, una suerte de progreso; hoy se atraca más finamente, pero sin el estilo romántico de los S. XVIII Y XIX… esto de las películas ya se ha perdido.
A Sánchez Gordillo y a Cañamero, se les ha “visto” el plumero (que además rima). Y digo “visto”. Porque todos nos quedamos atónitos días pasados, cuando en la caja tonta, salían las imágenes de estos chicos del SAT capitaneados logísticamente por el primer interfecto, referido por un servidor, “uséase”, el Sr. Sánchez Gordillo.
Ahora el robo es más refinado. Se cambian los trabucos por megáfonos, los caballos por carros de la compra con sus ruedas correspondientes, (la caballería se ha modernizado). Y en lugar del wanted o pasquines, ofreciendo recompensa por tan incalificables hurtadores, hoy los ladrones llaman a las cámaras de TV Andaluza, para que en tiempo real veamos los capullos de los televidentes (porque es que nos consideran unos capullos y bueno, también capullas, por aquello de la igualdad de género) cómo se gestiona y se lleva a la pantalla un atraco. Esto es enseñar, lo demás son gaitas gallegas, que diría mi querido Don Manuel, que en gloria esté.
Y es que Don Manuel, al que siempre respetaré como estadista, aunque no compartiera ni sus ideas, ni la forma que en muchos casos actuó, si que dejó claro que la calle era suya. Por lo menos ya sabíamos que los “grises” eran “Fraguistas o Manuelistas” que monta tanto; sí al estilo Manuelino en las Portugales de nuestras entretelas.
Pero los que entraron a saco en el “Carrefús” y en el Mercadona, no eran estadistas, eran sólo trabajadores del campo dirigidos por el Caudillo Gordillo, que también rima.
Y ahora, que los supermercados son de esta gente, no de D. Manuel (que ellos llamarían un fascista) sino de los que se autocalifican trabajadores, tratando a las cajeras que defienden su puesto de trabajo y su dignidad a empujones… ¿dónde está la solidaridad de los compañeros del SAT, con las compañeras trabajadoras de los supermercados?
Yo siendo aforado como Gordillo, montaría la de “Dios es Cristo” que es lo que él ha hecho, para ridiculizar a Andalucía, para ridiculizar a España. Y es que quien no tiene cultura ni decencia, no puede estar como representante de un pueblo. En nuestro querido Linares, vivimos en 1.977 la huelga más dura que hemos conocido.
Los sindicatos se organizaron y con independencia de los cuatro sinvergüenzas que se aprovecharon de la situación, se montó una red de distribución de alimentos (porque la situación fue extremadamente grave).
Nadie fue a robar a una tienda…y ya se hubiesen guardado de hacerlo.
Por tanto, que no nos venga este personajillo, a demostrar lo que es la solidaridad para encumbrarse él mismo, que aquí en Linares y en Andalucia en General, sabemos lo que es penar.
Sr. Gordillo, pasará Vd. A los anales de la historia como follonero, mentecato y manilargo.
No puede Vd. criticar a Urdangarín (por poner un ejemplo) si desde su “poltrona” en la Junta, incita a los demás a robar… es que Sierra Morena, sigue siendo Sierra Morena. Y es que la cabra tira al monte.
Besos Sr. Gordillo, me gustaría cartearme con usted.