El trabajo os hará libres, así rezaba el cartel a la entrada de los campos de concentración alemanes durante la segunda guerra mundial, Dachau, Auschwitz, y un largo etcétera, que mejor no recordar.

Estamos sumidos en una gran crisis, de carácter económico, estamos sumidos en una gran crisis moral y de familia, la primera lleva seis años, la segunda se remonta a ya hace como mínimo cuatro décadas, pero que ahora rebrota ante la existencia de la primera. Dado que nos está haciendo perder la posibilidad adquisitiva que se había conseguido, para vivir sumidos en el hedonismo.

Todos hablamos de la crisis, todos tenemos soluciones para la misma, algunos más duras otros menos pero todos expresamos nuestra opinión pensando que es la más acertada. Los tertulianos vociferan, los economistas cada cual a lo suyo, que si Keynes, que si el otro, los políticos indecisos a la hora de tomar medidas, los banqueros, silbando mirando hacia otro lado, la calle cabreada, 15 M, okupas, maestros o trabajadores de fábricas cerradas, o mineros sin minas. Mientras tanto la Bolsa al día de hoy vale un 50 % que hace seis años. Valiente inversión hicieron los que compraron acciones en aquellos años. El paro aumenta por momentos, ya casi ni lo frena el verano, y no hablemos ya de la famosa “prima de riesgo”.

Ante este cúmulo de circunstancias nada afortunadas, nos encontramos con afirmaciones de políticos alemanes, que nos tildan de poco laboriosos, amantes de la siesta y de la fiesta. A estos señores hay que decirles y enseñarles, que la concepción del trabajo de los españoles es muy distinta a la suya, en España, el trabajo es un instrumento para conseguir la felicidad, y vivir lo mejor posible, un instrumento, no un fin en sí mismo, como es la filosofía, tal vez luterana de una inmensa mayoría del pueblo alemán y muchos otros europeos, de ahí el título de este escrito. Los españoles, buscamos la libertad de otra forma, no sin sudores, pero mucho más viviendo el momento, no tras una vida de duro trabajo disciplinado, para luego conseguir tres semanas al sol de cualquier playa una vez al año al cumplir los 70.

Tal vez nos encontremos ante dos concepciones de la vida, que tienen un origen, tal vez religiosos, tal vez cultural o tal vez climático por lo que nos encontramos en la vieja disyuntiva que enfrenta siempre a los pueblos del Norte con los del Sur y que acaba siempre con la integración de los del Norte en el Sur.

Como dice nuestro paisano el cantante “El trabajo nace con la persona”, no seré yo el que esté en contra del trabajo, antes al contrario, trabajar es bueno, hay que devolver los talentos, además es “Tu amigo más fiel”, pero es eso un amigo, en el que has de confiar, pero no es tu fin, no es tu amor, ha de ser tu amistad.

Hemos tenido pésimos políticos, todos hemos derrochado a manos llenas, hemos hecho el vago, hemos pecado de avaricia, ¿Quién no ha especulado? ¿De cuantas viviendas somos propietarios, que ahora valen la mitad de lo que nos costaron?. ¿Cuánto invertimos el Fórum Filatélico, en pagarés de Rumasa o en Participaciones Preferentes? Que hemos sido, despreocupados, tontos o avariciosos, más bien me inclino por lo último.

Hay quienes dicen, que de la crisis se sale con austeridad, otros que con nuevas inversiones. De la crisis, costará salir, pero se saldrá, siempre que el estado adelgace, existan muchos emprendedores, seamos sobre todo disciplinados, planifiquemos correctamente, y tengamos como nuestro más fiel amigo al trabajo, por que pese al siniestro cartel de los
campos de exterminio nazi, de verdad es lo que nos puede hacer y nos hará libres.

En consecuencia pidamos a los políticos, una buena planificación, un seguimiento estricto de los objetivos, pero que no se olviden de que esto es España, y es fundamental en nuestras vidas la siesta.

Auschwitz – Foto: Alfonso Infantes