¿Dónde están esas abuelas tan tiernas
que hacían esas comidas tan ricas?

De cuentos de princesas y brujas.
De rezos de rosario.
De Semana Santa de torrijas
y bacalao encebollado.

Con esas palabras de “chachepó” y anises.
Con brazos que atrapan el mundo.
Con andares de muñeca “Famosa”.
Con tarde de pan con aceite y “Cola Cao”.
Con cara rechoncha y risa de Ángel.

Y las siestas de sol.
Y ronroneo de moscas.
Y el corral de ceniza y piedras.
Y el tiesto con perejil y macetas.

El gato ¡Veras el escobazo! Gato apaleado.
Gato maullando ¡Corre! Gato muerto.

Y el gato, el famoso gato, gato…El gato.
El perseguido gato, el del pollo robado.
El de la cocina sentado.
El de la puerta maullando.
El del salchichón mirando.
El del pescado olfateando.
El de su lomo, rabo, patas, uñas…estirando,
el gato, el gato, el gato, el gato.
El de los ojos metálicos.
Abuelas…Un guiño desde el cielo.