Budapest es la capital de Hungría, así como su principal centro industrial, comercial y de transportes. La ciudad es el resultado de la unificación en 1873, ocupando ambos lados del río Danubio, de las ciudades de Buda, en la orilla derecha, y Pest, en la orilla izquierda.
Pasear por las calles de Budapest es saborear reminiscencias de la antigua U.R.S.S., aquellas que tanta influencia tuvieron en los países del Este antes de la caída del Telón de Acero. La arquitectura de los monumentos, el urbanismo, los barrios periféricos, el tranvía, todo recuerda a esa época a pesar de que hoy Budapest es una ciudad moderna.
Uno de los lugares que me gusta visitar de las ciudades a las que viajo son las estaciones de tren. Son lugares con vida propia, donde confluyen personas autóctonas y foráneas, cada una de ellas con su propio destino. En Budapest visitamos la estación de Nyugati. ¡Monumental!. Dentro reinaba la tranquilidad -al menos en ese momento-, los viejos trenes decoraban una bella estampa.