Utilizar una serie de materiales que para mí están impregnados no sólo de la química, sino también de la esencia social que los han forjado y manipulado en el devenir diario del objeto en cuestión, hace que esa posible fusión me mueva a plantearme aspectos que necesitan ser plasmados sobre un soporte o con un material. En definitiva una necesidad de comunicarme y comunicar. Para mí, la pintura es fundamentalmente comunicación hecha para remover sentimientos y vivencias íntimos.
En cada exposición me gusta plantearme un tema distinto. Necesito ahondar en mi pasado más inmediato y manejar un concepto unido a una poética que trato de expresar en los títulos de mis obras. Esta última exposición que tuve la suerte de hacer en la Galería Cristóbal Bejarano de Linares titulada «horizontes» fue un homenaje a mis padres ya fallecidos, y tú que pudiste verla, comprobarías que no había un ápice de tristeza sino todo lo contrario. Quiero decir que trato de buscar un lenguaje fácil y directo de entender y emotivo aún cuando mi pintura es pura abstracción. Es por ello que últimamente me he desprendido de elementos y materiales superfluos. Creo que mi pintura es fácil de entender y directa.
En cuanto a los materiales, siempre he necesitado de éstos para conseguir expresarme. La tierra siempre ha estado en mis obras como aglutinante de todos ellos, pues otros como el hierro, la madera, la cuerda, el papel, etc. van y vienen en función del mensaje que quieres transmitir. También es cierto que trato de unir en cierto modo el lenguaje pictórico, escultórico e incluso a veces una cierta relación con la arquitectura desde el punto de vista del diseño y la composición de espacios.

Iáñez Ferrer

Iáñez Ferrer