Tan solo 5 minutos aguantó el C.B. Linares a un filial malagueño que demostró estar en forma y ser un serio aspirante a proclamarse Campeón de la Primera División Nacional. Hay que reconocer que para nada ha sido el mejor partido de los linarenses. Faltó rebote, faltó defensa, falto buena selección de tiro y falto concentración. Todo lo que a los de Linares le faltó, lo pusieron los jóvenes jugadores malagueños. Un gran porcentaje de tiro, una defensa sensacional y una dirección de juego magistral por parte de Jose Alcoholado fueron motivos excesivos para que a unos les saliera todo y a otros nada.
Un primer parcial de 4-12 para los mineros hacía pensar que el partido sería igualado y emocionante, pero el entrenador cajista quiso, con buen criterio, que el partido se resolviera rápidamente no permitiendo, no obstante, relajación alguna a sus jugadores y solicitó un tiempo muerto que cambió el estado inicial del encuentro. Respondía Javier Ariza con otro tiempo muerto para frenar el arreón malagueño pero sin éxito por parte de sus jugadores que finalizaban el primer periodo abajo en el marcador (16-12)
El segundo cuarto era nuevamente de dominio malagueño. Carcelén, Arenas y Arroyo trataban de mantener a su equipo en el partido, pero los jóvenes de Unicaja no querían dejarse sorprender y seguían defendiendo como auténticos jabatos, aprovechando un fondo de banquillo que no solo no tiene el C.B. Linares, sino que no tiene ningún equipo en la categoría. Al descanso, Unicaja dominaba 37-27.
El tercer cuarto no tiene descripción posible. Un parcial de 35-10 demostraba que la forma física de Unicaja es inmejorable y la de los linarenses tiene mucho que mejorar para poder plantarle cara a equipos tan físicos como el malagueño.
En el último periodo, un Ordóñez que quería echarse el equipo a la espalda y el orgullo herido de los mineros, provocaba que la defensa linarense mejorase, sumándole cierto número de contraataques que subían puntos al casillero azulillo. El partido finalizaba con un claro 96-58 para Unicaja que fue siempre superior a un C.B. Linares que sigue demostrando ser capaz de lo mejor y de lo peor. Sin duda hay que trabajar duro día a día para seguir dando alegrías a la afición del baloncesto linarense. Es motivo de reconocimiento el nivel del arbitraje; una pareja arbitral que pasó desapercibida en todo momento y que para nada fue motivo de trifulca para ninguno de los dos equipos.