Pintor, escultor y grabador. Las pinturas son obras abstractas sustentadas en la expresividad del trazo y el color en las que confluyen con absoluta naturalidad la frialdad de la geometría y la calidez del gesto, propio de la abstracción expresionista, que configura una obra muy personal en la que se aúnan de forma conciliadora estos dos polos, tradicionalmente opuestos, que han sustentado la pintura abstracta: geometría y gesto, razón y visceralidad. Las esculturas, en hierro forjado, se pueden agrupar en torno a dos ejes: la figura y la abstracción. En las primeras la materia se estiliza hasta el extremo de atrapar la forma esencial y detener el movimiento de la figura. Las segundas compaginan la masa con el vacío y se despliegan alabeadas y angulosas atendiendo a su condición orgánica o geométrica. Sus esculturas tienen un marcado carácter constructivo, son estructuras abiertas al espacio que las rodea.

Con sus obras Rafael Cerdá nos sitúa frente a un trabajo artístico, pleno de plasticidad, rico en vibraciones tímbricas y formas explosivas, en todo caso rotundo en lo referente a su composición y en el que fluyen sus sensaciones vertidas de una forma sincera y apasionada.

 

Intropía