La portavoz del área provincial de mujer de izquierda unida en la provincia de Jaén, Selina Robles, ha condenado de manera firme el asesinato de una mujer en la población de Noguerones –perteneciente a Alcaudete-; a manos de su expareja.
Una nueva víctima de la violencia de género en nuestra provincia que se suma a las cuatro mujeres asesinadas en lo que llevamos de año.
Robles llama la atención sobre el peligro que suponen, para la eliminación de esta lacra social, tanto los recortes en políticas sociales del gobierno central del PP como los recortes del gobierno de la Junta del PSOE y destaca que son un gran retroceso en el avance hacia la igualdad de mujeres y hombres, los cambios en la forma de definir la violencia de género, en referencia a las recientes declaraciones de responsables del PP en cuestiones de políticas de mujer.
La reducción de inversiones en sanidad, educación y dependencia; la inminente reforma laboral; las pensiones de miseria que cobran muchas mujeres o alargar la edad de jubilación son medidas que convierten a la población femenina en las grandes damnificadas de la situación económica actual y que dificultan su incorporación al mundo laboral y a una situación de igualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
Para Izquierda Unida, la ley integral contra la violencia de género resulta insuficiente por que carece de los recursos humanos y medios económicos suficientes para luchar con eficacia contra la violencia hacia las mujeres. Por otra parte, el desarrollo de la ley debería contemplar una gran inversión en educación y en formación para que la sociedad en su conjunto conociera las dimensiones de la violencia que se ejerce contra las mujeres, no sólo en el ámbito doméstico, y que son fruto de una discriminación sufrida durante siglos y arraigada con fuerza, cultural y socialmente.
Además Robles recuerda otra vez, que Izquierda Unida propuso hace ya tiempo un gran Pacto de Estado entre todas las fuerzas políticas y sociales, -y que aún mantienen-, que se basaría en el compromiso de alcanzar a todos los niveles, un acuerdo que comprendiera básicamente la determinación de no avalar ni institucional ni socialmente, ninguna manifestación de violencia de género, combatiéndola de todas formas y con todos los medios al alcance. Es decir, este Pacto vendría a poner todos los medios necesarios para que ninguna violencia, ya sea como manifestación individual o colectiva (empresa, medio de comunicación, institución, etc.) no tuviera, a partir de este Pacto, no sólo ningún tipo de complicidad, ni explicación o justificación, sino que además tuviera que enfrentarse a la fuerza de la justicia social.