Como todos los lunes, en la Taberna “Casa Bravo” en la Judería de Córdoba, más concretamente en la típica Puerta de Almodóvar, se celebró su habitual tertulia flamenca.

En ella se dan cita aficionados del arte flamenco, con el ánimo de hablar, cantar, y tocar flamenco. Disfrutar y convivir los amigos y cuantos se acerquen por esta típica taberna. Pues siempre asiste una variopinta representación de gentes de otros países, al margen de los asiduos, Manolo Muñoz, aficionado guitarrista y Presidente del Aula Flamenca del Real Circulo de la Amistad y alma de esta tertulia, Alfonso Navarro Cobos, igualmente guitarrista y ambos cantando bien, los cantaores aficionados, Ángel Cachinero Cros “El Terrible”, Clemen Carrasco, Alicia Serna, de Murcia, Rafael González y el joven Gonzalo Cívico. Otros, los menos agraciados para el cante, el baile o el toque, colaboramos como podemos, escuchando o recitando versos y/o romances. Siempre dedicado al flamenco y a nuestra tierra, Córdoba.

Es, en forma exagerada, la “ONU” del flamenco, pues desde un guitarrista francés, Boris, por un asiduo aficionado suizo, Hanspeter Jörimann, y Francisco “El Inglés”, por aquello de ser de la Gran Bretaña nada más, pasando por japoneses y de otras latitudes, que de manera ejemplar, asisten y «escuchan» flamenco, porque es cierto, saben escuchar flamenco.

Esta noticia, es del todo intranscendente para el mundo flamenco de Linares, pero, esto no se ajustaría a la realidad, pues el recuerdo de los artistas linarenses que últimamente ha pasado por el Aula Flamenca del Real Circulo de la Amistad de Córdoba, han dejado huella, y esa noche se recordaron y se cantó, y de muy buena formas, Tarantas de Linares. Y fue, precisamente Clemen Carrasco, la primera en “abrir fuego”. El resto, vino solo.

La Tertulia de ayer lunes, fue un claro ejemplo del buen sabor de boca que Manolo González, Marcos Leiva, Juan Ballesteros y Nazaret Romero, han dejado en la ciudad Califal. Levante estuvo presente, Linares también, ¡y de qué manera!

Que orgulloso me sentí al observar como son queridos y admirados mis amigos linarenses. Esto hay que repetirlo.

¡¡Que viva Linares, el flamenco y la Taranta!!