La vida es como un varillaje de un paraguas. Nosotros somos las varillas, y lo que hace falta es… “TELA”…
No importa cuánto dura la vida, ni cuán rápido pasa. Lo trascendente es lo que hacemos con ella. Tú eres quién decide, es corta para el afortunado y larga para el desgraciado. Hay un dicho para las desgracias, con pan son menos dolorosas y más pasajeras.
Se vive sin pensar, porque sólo se piensa en vivir. Cada uno quiere vivir lo mejor posible, que es el modo de vivir todos muy malamente. Para eso tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza. Para otros la vida es una historia maravillosa que siempre termina mal. Hay quienes emplean la primera mitad de su vida en hacer miserable la otra media.
Hay tres acontecimientos importantes en la vida: Nacer, vivir y morir. No sentimos lo primero, sufrimos al morir y nos olvidamos de vivir.
Como dice Baltasar Gracián, escritor del siglo de oro barroco español, su obra más conocida es El Criticón:
Para vivir, dejar vivir.
Sólo vive el que sabe
Problema: Cuándo hay demasiados sueños. La vida, entonces es muy corta. Abrazos.
Lo importante es cumplirlos poco a poco, el único requisito es que sean pequeños sueños y una vez cumplidos se puede tratar de cumplir los grandes que casi siempre son los más complicados, con tesón y un poco de vida se resuelve todo. Uno pone las metas. Un abrazo Juan.
Por una vez me gusta esta viñeta, más filosófico que la chiquilla de la nube, será que no le veo la gracia o soy un desgraciado.
Totalmente de acuerdo. Con las palabras finales, me refiero.