No ha sido baladí el contenido del informe de más de 20 folios que la FES UGT ha aportado, en el que se reiteraba por escrito los planteamientos puestos de manifiesto en las sesiones consultivas con la empresa, que han parecido más un diálogo de sordos, ante la inamovible posición de la empresa de llevar a cabo el expediente extintivo, sin considerar los planteamientos expuestos por la representación de UGT, tendentes a buscar otras salidas que no tuvieran la carga de agresividad social y laboral que supone un despido colectivo de 22 trabajadores.

No hemos llegado a entender esta posición, cuando en un período de menos de 90 días se producían extinciones naturales de contratos en número de treinta. Menos aún que se pretendiera justificar con una argumentación económica revestida de opacidad y poco clarificadora y menos aun justificadora del fin pretendido.
Tratar además de incluir en el expediente la eliminación de derechos económicos y laborales de los trabajadores/as de Cruz Roja Jaén, previsto por el art 82.3 del Estatuto de los Trabajadores y cuyo proceso debe de ser objeto de otra vía administrativa prevista y regulada por el Convenio de Oficinas y Despachos de Jaén, añade un elemento espurio que vicia de forma notable el procedimiento.
Si finalmente añadimos el hecho de que la representación de la empresa y su asesoría jurídica, admiten que se vote por delegación en una decisión de tal calibre, lo que por Ley es indelegable, para obtener el “beneplácito” legal, produce cuando menos temor y temblor.
El ERE es desproporcionado, injustificado, y carente de objetividad en el tratamiento de las personas afectadas, basado en apreciaciones erráticas y con un fondo que evidencia la sustitución de mano de obra por otra más acorde con los “precios” y condiciones que el “mercado” propone.
Ante tal cúmulo de circunstancias, que se nos haya dado la razón estando en minoría, no es una cuestión numérica, sino de justicia. Conseguir que esto sea así es algo poco valorado por la sociedad, pero pese a la que nos están echando encima, desde la UGT vamos a seguir trabajando para que el empleo digno y estable sea lo genérico y no lo excepcional.
Este es un buen ejemplo para entender que los dogmas del MERCADO no son, como nos quieren hacer ver, inamovibles.